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lunes, 1 de octubre de 2012

novela: regreso al paraiso capitulo 37


MAÑANA CAPITULO FINAL! NO SE LO PIERDAN!

Capítulo 37
***
Peter.
Se sintió increíble oír a Mariana decirme ayer que me amaba. Pero ahora me siento tan impotente como el día en el que el juez Farkus dictó mi sentencia. Estoy sentado en la estación de policía en una remota sala de espera con mi hermana, mi papá, mi mamá, Mariana, Julio, e incluso Lenny, quien dijo que quería venir porque ya se siente parte de la familia. (Claro eso fue antes de que conociera a mi mamá, quien le dijo que se sentara derecho y se cortara el cabello si quería ser invitado a la cena de acción de gracias, para la que faltan tres meses.)
Mi primo Heath es abogado, y está aquí también. Él estará en la habitación con Eugenia cuando ella confiese haber golpeado a Mariana.
—¿Estás lista, Eugenia? —Damon pregunta mientras se arrodilla en frente de mi hermana. Él vino a nuestra casa esta mañana y muy calmadamente explico que la manera más sencilla seria haciendo una declaración jurada en la estación de policía. Luego Eugenia será procesada en el sistema. Damon hizo hincapié en que todo depende del fiscal del estado para decidir si se debe o no seguir y acusar formalmente a Eugenia, ya que el accidente sigue dentro de los tres años del estatuto de limitaciones. Mi historial será limpiado, a pesar de todo.
Mi rodilla esta temblando.
Miro a Mariana, quien luce de nerviosa. Ella no tenía que venir, pero lo hizo. Demonios, si yo fuera ella estaría demandando que Eugenia sea encerrada por lo menos el mismo tiempo que yo, si no más.
Pero Mariana no es como yo. Ella tiene un gran espíritu del perdón. Sólo estar a su alrededor me hace esforzarme para ser una mejor persona.
Damon nos dijo a mis padres y a mí que escribiéramos cartas de apoyo para Eugenia, que den fe de su comportamiento. Él dijo que las adjuntaría con su confesión de modo que el fiscal del estado o el juez asignado al caso lo tomen en consideración cuando decida su sentencia.
—Estoy lista —dice Eugenia con una débil sonrisa. Esto no puede ser fácil para ella, eso es seguro. Pero ella es más fuerte de lo que yo alguna vez le di crédito. Esta mañana cuando bajó por las escaleras, no vestía nada negro. Ella está usando pantalones blancos y una camiseta amarilla. Lucía tan diferente, tan… brillante.
—Buenos días, sol —mi papá le había dicho luego de darle un vistazo.
Pensé que todos estaríamos sombríos y llorando, pero nos hemos mantenido juntos hasta ahora. Cuando mamá llamó anoche y dijo que quería dejar la rehabilitación y venir con nosotros a la estación de policía, sentí como si los Lanzani estuvieran comenzando a sanar.
Solo tenemos que sobrepasar este último obstáculo.
Heath y Damon le hacen gestos a mi hermana para que los siga.
—Espera —dice Damon, deteniéndose—. ¿Tienen esas cartas para adjuntarlas con su declaración?
Después de que se las entregáramos, Mariana saca una pieza de papel de su cartera y se la entrega. —Eugenia, sé que no estás haciendo esto por mí, pero… gracias.
Es un festival de abrazos ahora, todos nosotros esperando transmitir nuestra fuerza a Eugenia antes de su confesión. Incluso Lenny se levanta y abraza a mi hermana, luego se voltea y me abraza.
—Te debo una —me dice—, te debo más de una, en realidad. Me diste una familia, algo que no había tenido en un largo tiempo.
Asiento. Lo crean o no, Lenny ha crecido en mí.
Eugenia sigue abrazando a Mariana. —Nunca fue mi intención lastimarte, sabes eso ¿verdad?
—Te has disculpado como un millón de veces —dice Mariana, con lágrimas en sus ojos—. No tienes que decirlo nunca más ¿de acuerdo? Te perdono. Ya pasó, fue un error.
Se abrazan de nuevo, y luego mi hermana se dirige por la pesada puerta de metal. En el otro lado de esa puerta ella se confesará. Entonces será fichada, con sus huellas dactilares y una foto.
—Oye, Eugenia —Julio grita.
Eugenia voltea
—Recuerda lo que te dije —él dice, luego le guiña un ojo.
Ella sostiene su cabeza en alto y le sonríe. Entonces asiente con la cabeza a Heath y a Damon. —Vamos a hacer esto.
Cuando se ha ido, es extrañamente tranquilo. Hasta que Lenny se voltea hacia mi papá y dice: —Jala mi dedo.

1 comentario:

  1. Tarde ,pero al menos Eugenia está arrepentida.Mariana la perdona ,tiene un corazón d oro.Peter ahora si tiene a toda su familia con el,incluyendo a sus verdaderos amigos.

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