ultimos 2 capitulos!
Mariana.
Mariana, ¿puedo ir? —era la voz de Peter por el teléfono. No
sonaba feliz.
—Seguro. ¿Qué está mal?
—Te lo diré cuando llegue allí.
Mi mamá y Lou estaban justamente abajo. No le había dicho lo de Peter.
Quería hacerlo. Para ser honesta. He estado reteniéndome porque lo último que
quiero es molestarla cuando todavía está tratando de resolver las cosas con mi
papá y Lou. Es hora de confesarle a mi mamá la verdad sobre mí y Peter.
Lou y mi mamá están en la cocina. Los dos están cortando verduras
para la mezcla de algún tipo de sopa que están haciendo. Ella todavía no está
usando su anillo, pero él viene todos los días y realmente está peleando por el
derecho a estar con ella para siempre. Ella hizo a mi padre posponer su mudanza
aquí… indefinidamente.
—Mamá, ¿puedo hablar contigo?
Mi mamá, con harina en su cabello y una zanahoria en la mano,
levanta la vista de la tabla de cortar. —¿Hay algo mal?
—No. Es solo que… si no fuera por Peter, podría haber renunciado a
la vida.
Mi mamá para de cortar. —¿Qué?
—Después del accidente, fue Peter quien me hizo comprender que la
vida valía vivirla.
—Mariana, eso es un puñado de tonterías.
—No, mamá, no lo es. ¿Quieres saber por qué?
—Estoy segura de que me lo vas a decir sin importar lo que diga.
No sé cómo va a reaccionar. No está exactamente feliz, pero al
menos está escuchando.
—Porque él me sacó de mi depresión. Ni siquiera lo viste porque
estabas tan feliz de que estuviera en casa y no viviendo en hospitales. Pero no
era feliz. Era miserable hasta que Peter regresó de la cárcel y me ayudó a
entender que yo valía algo aunque tuviera una discapacidad.
—¿Por qué me estás diciendo esto ahora? —pregunta mi mamá.
—Porque viene para acá, y quiero que estés preparada… —sonó el
timbre—. Ese es él, mamá. Solo, se agradable y no lo juzgues hasta que yo te
cuente todo.
Me apresuro para abrir la puerta. Los ojos inyectados en sangre de
Peter me saludan. No dice nada; solo me acerca y me abraza con fuerza justo en
las escaleras de la parte de delante de mi casa.
—Hoy vi a mi mamá —murmura en mi cabello—. Oh, Dios, Mariana, fue
tan horrible. Eugenia les dijo a nuestros padres que fue ella quien te golpeó.
Sé que eso probablemente fue la cosa más difícil que Eugenia haya
hecho nunca.
—¿Cómo está ella?
—Estaba llorando. Un montón —se aleja, pero sostiene mis manos—.
Está decidida a entregarse. No sé qué va a pasar. Acabo de llamar a Damon. Va a
venir mañana para aconsejarnos que hacer.
Toqué la frente de Peter con la mía. Puedo ver en su cara cuánto
lo está despedazando esto. —Lo siento. Iré contigo. Lo que sea que pueda hacer
para ayudar, lo haré.
—¿Qué está pasando? —pregunta mi mamá, confundida—. No sé porque
estás aquí —le dice a Peter—, y por Dios, ¿porqué están tomados de la mano?
Tomo una inhalación profunda y aprieto la mano de Peter. Vamos a
hacer esto juntos. Lo guío dentro de mi casa y me paro frente a mi mamá y Lou.
—Peter y yo tenemos algo que decirles —miro a Peter a través de
mis ojos llorosos—. Sé que esto va a ser una sorpresa, pero traten de entender…
Este tiene que ser uno de los días más duros en la vida de Peter.
Mientras se está liberando de la culpa, la realidad incrimina a su hermana a la
misma vez. —No fui yo quien golpeó a Mariana —dice.
Se aclara su garganta.
—Uhm… —sostiene mi mano con fuerza—. Fue Eugenia.
—Estás mintiendo.
—No lo hace, mamá —le digo.
—¿Por qué? —pregunta mi mamá, lágrimas están cayendo por su cara.
Estoy llorando, también.
Peter se encoge de hombros. —Pensé que podría manejarlo mejor que Eugenia.
Pensé que le estaba evitando pasar algo que la arruinaría. Yo podría manejar ir
a la cárcel, pero mi hermana no. Todo esto se volvió como un espiral fuera de
control, y me di cuenta de que estaba equivocado, pero ya era demasiado tarde
—él me mira—, y Mariana quedo atrapada en medio de toda esta situación.
Lou sale de la habitación por un minuto, luego reaparece con una
caja de pañuelos de papel. Le pasa algunos a mi mamá. Ella toca ligeramente sus
ojos con el pañuelo. —Esto es mucho para asimilarlo Mariana, ¿sabías sobre
esto?
Asentí.
—¿Cómo pudiste no decirme nada? Soy tu madre.
—No lo averigüé hasta justo antes de que Peter se fuera. No dije
nada porque quería que Peter fuera el que lo revelara. De algún modo sentía que
ese era su secreto y que él tenía que contarlo. Además, estaba desesperada por
parar de revivir el accidente. Quería que se acabara. Tenía que seguir adelante
por mi propia cordura —miré al chico que llenó el vacio en mi vida—. Peter me
ayudó a entender que no podía dejar de vivir por mi discapacidad.
Mi mamá sacude su cabeza. —Necesito tiempo para digerir esto. Es
solo que es… demasiado para mí. Necesito estar sola ahora mismo.
Se apresuró hacia las escaleras. Un minuto más tarde, escuché la
puerta cerrándose, y doy un respingo. Nunca quise lastimarla o hacerla sentir
traicionada por cualquiera de nosotros. El programa de Re-COMENZAR realmente
trajo a casa el hecho de que los accidentes afectan a muchas personas… son como
las avalanchas, afectando a todos y todo a su paso.
Miro hacia Lou. —Lo siento. No quise molestarla.
—Lo sé. Creo que le tomará un tiempo asimilarlo. Dale un poco de
tiempo y se recuperará —Lou se gira hacia Peter—. fuiste muy valiente al volver
aquí.
—No me siento valiente ahora mismo. Mi vida familiar es un
desastre, y tengo a dos tipos quedándose en la casa de mis padres conmigo
porque están lidiando con la misma clase de secuelas con las que estoy lidiando
yo.
Lou se detiene por un momento, entonces sonríe.
—Tengo una proposición para ti —le dice a Peter—. La casa de mi
madre está vacía. Si tú y tus amigos quieren quedarse ahí por un tiempo, y
pagan suficiente alquiler para cubrir las utilidades y los impuestos de la
propiedad, es tuya.
—¿Habla enserio, señor? —pregunta Peter, completamente
sorprendido.
Lou asiente. —Sé que mi madre pensaba que eras un buen chico y
quería ayudarte. Creo que es el destino; es de la forma en que mi madre lo
hubiera querido. ¿Qué dices?
Peter sacude la mano de Lou enérgicamente.
—Diría que ha hecho un trato.
Cuando estoy caminando con Peter de regreso a su casa así
podríamos pasar tiempo con Eugenia y darle las buenas noticias a Lenny y Julio,
Peter dice: —Lou es un buen tipo.
—Lo sé. Espero que mi mamá supere el miedo a amar a otro hombre
que no sea mi papá.
—¿Cuáles son tus miedos? —pregunta—, sobre nosotros, quiero decir.
—Después de hoy no tengo ninguno, porque… —le doy la respuesta
honesta, la que he guardado durante mucho tiempo—, porque te amo.
ownnnnnnnnnnnnnnn el final me mató...
ResponderEliminarfinalmente la felicidad, todo vuelve a su lugar
más nove
La madre d Mariana también tiene k asumir los hechos ,y con la ayuda d Lou,k buen tipo resultó ser ,al igual k lo fue su madre.
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