traductor

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese foro de coches Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

miércoles, 11 de abril de 2012

novela un amor inolvidable capitulo 1 segunda parte


Irían a un elegante restaurante, que estaría lleno de neoyor­quinos importantes y Mariana se deprimió cuando entró en el taxi. ¡Natalie muerta! Incluso ahora no podía comprenderlo. ¿Qué ha­bía sucedido? Deseó haber continuado leyendo la carta, pero se había sorprendido demasiado. Supuso que era normal que sus abogados le escribieran, ya que era su único pariente, además de su hija. Sabía que Nat tenía una hija por su tía, que anhelaba conocer a su única nieta; aunque Nat nunca se lo permitió.
Si no hubiera sido por Lucas Martinez, ella habría tenido que permanecer en Little Martin, soportando ver a Natalie casada con Peter. Tenía mucho que agradecerle a Lucas. A Peter nunca le cayó bien; solía llamarlo «listo», y, en parte, tenía razón. Lucas había ganado mucho dinero promoviendo estrellas pop. En aquella época Lucas tenía treinta y un años y acababa de llegar de Londres. Mariana lo apreciaba, aunque no aceptó el trabajo que le ofreció para el nue­vo club que iba a abrir en Londres. Sólo hacía unos meses que lo había conocido, pero fue a él a quien recurrió cuando descu­brió a Natalie en los brazos de Peter. Él la ayudó, igual que lo hizo cuando Natalie anunció que esperaba un hijo. Fue Lucas quien le dijo que debía ser modelo y fue él quien la presentó a la directora de la escuela para modeles de Londres, en donde se formó. «Un poco mayor para ser principiante», así la describió madame, pero había compensado con exceso la fe que Lucas tenía en ella. Duran­te un tiempo, él intentó enamorarla, pero sabía que era demasia­do pronto para ocupar el lugar de Peter. Mariana y Lucas continua­ban siendo amigos. Ahora Lucas estaba casado y vivía en California. Mariana apreciaba a su esposa y tenían un niño adorable de dos años.
La noche le parecía interminable. Era consciente de las mira­das agudas, casi de desaprobación, que le dirigía Benjamin e hizo
un esfuerzo por integrarse en la conversación. Era obvio que aque­llos hombres y sus esposas, estaban impresionados con Benjamin y con el restaurante. Mariana se preguntó qué trato esperaba hacer Benjamin con esos norteamericanos y sus esposas. Benjamin era un buen negociante.
Mariana sabía que todavía estaba enfadado con ella, cuando la llevó a casa. Él quiso entrar en la casa, pero, con firmeza, ella se negó. Mariana comprendió que su breve amor obsesivo hacia ella estaba a punto de terminar; pero, ¿qué otra cosa podía esperar ella? No era culpa de Benjamin que ella no fuera como su imagen. Estaba acostumbrada a ver su fotografía en los periódicos, con el comentario de una cita casual, a la que se referían como su «última conquista». ¿Qué dirían esos editores si supieran que aún era virgen? Ese pensamiento la sobresaltó. Era virgen porque Natalie había interrumpido su relación amorosa con Peter.
Mariana recordó el día en que su prima los encontró abrazados y cómo se había enfurecido Peter.
Hacía tiempo que Mariana y Peter se conocían, porque su pa­dre era amigo de su tío. Pero dejaron de verse cuando Peter se fue a la universidad, luego se fue a Australia y allí estuvo dos años, preparándose para hacerse cargo de la fábrica agrícola de su padre. Volvió a Inglaterra al morir su padre de un ataque al corazón. Bronceado, con cabello oscuro y el cuerpo endurecido por el trabajo físico, Mariana de inmediato se sintió atraída por él.
Entonces tenía diecinueve años y enamorarse dé él fue la cosa más emocionante que jamás había experimentado. Mariana le cre­yó cuando le dijo que la quería, incluso cuando habló del futuro que compartirían juntos, pero al final, todo era mentira.
Debió de haberlo adivinado el día que Natalie los sorpren­dió, pero entonces creyó que era otra muestra de los celos que su prima sentía hacia ella.
Aquel día no había ido a trabajar. Peter la llamó y le propu­so comer juntos, pero cuando fue a buscarla, le dijo que ella era lo único que deseaba. Aún ahora podía recordar su propia excitación. Fueron a la casa que Peter había heredado de su padre. Era una casa georgiana, no muy grande, con una atmósfera ti­bia y hogareña que Mariana adoró. Entonces no pensó en lo rico que era Peter; sólo era una joven enamorada, por primera vez en su vida. Si Peter la hubiera llevado a una casa humilde y pe­queña, ella habría sentido lo mismo.
Con dolor, recordó que ni siquiera fueron a algún dormito­rio. Peter abrió la puerta del salón y ella se encontró en sus bra­zos antes de que se cerrara otra vez, respondiendo con ansiedad a sus besos y temblando por el deseo que recorría su cuerpo.
Se habían besado con anterioridad y él la había acariciado, pero nunca habían hecho el amor. Peter sabía que era virgen por­que se lo había preguntado. Entonces le pareció ver en sus ojos una gran ternura, pero, por supuesto, sólo había sido su imagi­nación. Estaban sobre el sofá cuando fueron interrumpidos por Natalie. La blusa de Mariana estaba desabrochada y sus senos esta­ban descubiertos y muy excitados por los besos de Peter. Natalie entró sin ser esperada y, medio histérica, acusó a Mariana de ha­berla engañado. La única manera en que Mariana pudo calmaría fue yéndose a casa con ella. Recordaba que Peter estaba muy enfadado y entonces creyó que era porque le molestaba su preo­cupación por Natalie. ¿Había hecho también el amor con su pri­ma? ¿Qué habría hecho Peter si hubiera dejado embarazadas a las dos? Sintió una tensión histérica en la garganta.
Mariana intentó controlar su dolor. ¡Dios mío, aún ahora, des­pués de siete años, acordarse de él le producía un dolor físico y emocional! Nunca se pudo recobrar del profundo dolor que sintió al descubrir quién era Peter de verdad. No sólo había su­frido la sensación de rechazo, sino que tuvo que soportar saber que le había mentido.
Nunca olvidaría el día en que Natalie le dijo la verdad. Fue una semana después de que vio a su prima en brazos de Peter.
Había trabajado todo el día y, por lo general, Peter la reco­gía después del trabajo. En esa ocasión, la chica que trabajaba con ella le dijo que la secretaria de Peter había llamado y deja­do el mensaje de que al salir, fuera a su casa.
No tenía coche propio y era una caminata de tres kilómetros, ero Mariana estaba demasiado enamorada para considerar que eso era un obstáculo. Estarían solos en casa de Peter, algo que él empezó a evitar desde que Natalie los interrumpió. Sabía que te­nía problemas con la compañía. Debía asegurar un pedido muy importante, que era vital para que la empresa siguiera existiendo.
Cuando llegó a la casa, el coche de Peter estaba aparcado enfrente y, por alguna razón que todavía no había llegado a com­prender, en vez de entrar por la puerta principal, decidió sorpren­derlo entrando por el salón. El cuerpo se le heló cuando recono­ció la cabeza de su prima apoyada sobre el hombro de Peter; tenía los brazos alrededor del cuello de él y la cabeza inclinada sobre la de ella. Mariana no esperó para ver más. Con piernas tem­blorosas se alejó, mareada por la pena y el dolor, sin poder dar crédito a lo que acababa de ver.
Se dirigió a casa y desde allí llamó a Peter para decirle que no se sentía bien, con la esperanza de que él mencionara la pre­sencia de Natalie, si es que podía haber alguna explicación para lo que acababa de presenciar, pero no fue así.
Natalie volvió muchas horas después, con la cara pálida y los ojos manchados, pero en la expresión de su rostro podía leerse el triunfo, y Mariana supo que, de alguna manera, Natalie sabía lo que ella había visto. Ninguna de las dos mencionó nada. Mariana, con determinación, no aceptó ninguna de las llamadas de Peter durante la siguiente semana. Se sentía demasiado dolida y no fue capaz de confiar en nadie, ni siquiera en su tía. Después, agrade­ció no haberlo hecho.
Ni en mil años olvidaría la impresión y el dolor que sintió el día que Natalie llegó a casa y anunció que esperaba un hijo de Peter. Sólo se lo dijo a Mariana, casi histérica por el placer. Mariana recordó que su prima siempre había sido veleidosa, siempre es­tuvo sujeta a altas y bajas emocionales.
Mariana no se puso en contacto con Peter. Lo único que le que­daba era su orgullo y su agradecimiento por no tener que com­partir el destino de Natalie. Todavía ahora, se entristecía cuan­do pensaba en la hija de Peter, pero la apartó de su mente, obligándose a recordar los sucesos de aquel traumático día.
En cuanto pudo escapar de Natalie, Mariana se fue de la casa y empezó a caminar sin rumbo, hasta que Lucas la encontró por la noche. El la llevó a casa y aunque le hizo muchas preguntas, lo único que le dijo fue que quería alejarse de Little Martin. Hasta ese momento, Mariana había mantenido una relación meramente casual con Lucas; pero en ese momento la ayudó como un verda­dero amigo: le sugirió que se fuera de Little Martin, y se hiciera modelo. A pesar de que Mariana no quería decirle la verdad, no pudo evitar mencionar a Natalie. Y tuvo la sensación de que a Lucas no le agradaba su prima. Eso fue suficiente para que su confianza en él aumentara. Y Lucas, al contrario que Peter, nunca la de­fraudó.
Esa misma noche se fue a Londres con Lucas. Al día siguiente, escribió a su tía, explicándole que se había ido para prepararse y ser modelo. Le pedía perdón por no haberla avisado, pero con ello había querido evitar que intentara disuadirla.
Un mes después, Natalie y Peter se casaron. Su tía estaba sor­prendida y muy preocupada.
—Es tan joven, Mariana, demasiado joven para casarse, pero quizá Peter... ¡Dios mío, sé que tú y Peter...!
—Éramos amigos, nada más —le aseguró Mariana y cambió de tema, hablándole a su tía acerca de su nueva vida y haciendo que pareciera más emocionante de lo que en realidad era.
Antes de que las firmas de moda se fijaran en ella, Mariana pasó dos años difíciles. Conseguía muy pocos trabajos, que siempre eran duros y mal pagados. Sin embargo, ahora se alegraba de no haber aceptado los trabajos dudosos que le ofrecieron. Nin­guna revista podría reproducir fotografías frívolas de desnudos suyos, porque nunca se las hicieron.


capi bastante largo recompenza por no haber podido subir ayer lo sientooo pero el colegio me esta matando un beso nos leeremos prontito @pupy_angelita

12 comentarios:

  1. ay me encantò la historia,aunque sea triste..asique natalie y peter estaban juntos mmm quiero saber que cuenta peter de la historia jajaja
    maaaaaaaaaaaaas
    @porLali_ITALIA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alexia,¿Podrias poner en tu blogs,la forma facil d firmar,nombre/url y sin verificacion d palabras?.D la forma k lo tienes no puedo comentar,pero si leo tus novelas.GRACIAS.Espero k leas esto ,y lo puedas poner.Asi mas chicas podriamos firmarte.D paso te pido algun cap,abandonadas estamos.D nuevo GRACIAS.

      Eliminar
  2. Mariana no le dio ninguna opcion a Peter d explicarse y creyo a su prima sabiendo la clase d persona k era.Se mantiene virgen,mucho para una chica d 25,quizas como diria "simon",un delirio,jajaja.La primita una loca total,seguro k le hizo imposible la vida a Peter y a su propia hija.

    ResponderEliminar
  3. me encantoooo masssssssssssss

    ResponderEliminar
  4. Volvi.. igual no se si notaste la ausencia jejeje... Esta nove se ve buena.. tenia como bastante por leer... Espero sigas subiendo y espero el proximo cap

    ResponderEliminar
  5. Sube Más Porfaas, esta muy interesantee todo

    ResponderEliminar
  6. Te hago un pedido,me encantaba la novela k posteabas en tu fotolog,"SALIR DEL PARAISO",¿Seria posible k la publicaras en el blog?,no la terminaste,y tu ultimo posteo fue 23-1-12,si no tengo mal mis apuntes.Avisame,y xfa,tenla en cuenta ,estaba muy bien,y me quede con bastante intriga.

    ResponderEliminar
  7. nueva lectora me encanto la nove... subi mas please tengo mucha curiosidad de ver como sigue..

    ResponderEliminar
  8. Espero k el cole no te haya matado,jajaja.Espero nuevos caps,me gustaron mucho estos dos d la nueva novela,pero quiero mas.GRACIAS.

    ResponderEliminar
  9. Yo en lugar de Lali ya habria matado a la prima...pobree todas las cosas que tubo q vivir, por culpa de ella...
    Quieroo q se vuelva a ver con Peteer!!
    Seguilaaa nenaa, deja de amenzarme a mi y subi xD
    Beso,Anto Anconetani

    ResponderEliminar