Al salir de la terrible pesadilla, permaneció confundida por un momento, incapaz de reconocer qué mundo era el real ya que el sueño había sido muy vivido. Entonces vio que Peter pitaba delante de ella y que la sacudía de un hombro mientras trataba de equilibrarse en las muletas. Suspiró con alivio y se sentó en la cama, se llevó las manos a la cabeza y el cuerpo todavía le temblaba de miedo.
—¡Dios mío! ¡Dios mío!
—está bien. Ya ha pasado —Peter se sentó con torpeza en la cama y abrazó a Lali mientras la mecía como a una criatura—. Sólo ha sido un sueño, cariño.
Lali se estremeció y se aferró a Peter, todavía sudando de terror.
—Ha sido tan real. De verdad que te ibas... —se interrumpió y se alejó un poco—. Lo siento, te he despertado.
—Pensaba que te pasaba algo horrible —Peter le miró la cara sonrojada—. Y tenía razón. Ha debido ser una pesadilla espantosa.
Lali asintió y se apoyó en la cabecera, estremeciéndose.
—estoy bien.
—No lo parece. ¿De que se trataba el sueño?
—¿Qué? —Lali se llevó una mano a la cabeza—. No lo re-cuerdo.
—Sí, lo recuerdas. Era sobre mí, ¿verdad? —ella no contestó y él siguió—. Será mejor que me lo cuentes, Lali.
—No importa. Era sólo un sueño —negó.
—Pero lo bastante real como para que me llamaras a gritos.
—¿Es cierto? ¿Qué he dicho? —estaba sorprendida.
—Mi nombre y has gritado «Detente» y «No», así que no es difícil imaginar lo que soñabas. ¿estaba compitiendo en una carrera?
Lali dudó pero dijo:
—Sí, mis pesadillas siempre son sobre las carreras.
—¿Has tenido estas pesadillas antes? —inquirió con increduli-dad. .
—Oh, sí —contestó amargada—. Solía tenerlas... cuando com-petías. Nunca cuando estabas en casa, pero creí que las había supe¬rado desde... desde que me fui.
—Nunca me lo dijiste.
—Nunca las tenía cuando estabas en casa. Si te lo hubiera dicho, ¿me habrías creído? Quizá hubieses pensado que sólo era una artima¬ña más para que dejaras de competir.
Peter no habló, frunció el ceño y luego comentó:
—Tienes razón, hubiera pensado eso. Consideraba tus deseos de que me retirara como de una batalla y estaba decidido a ganar. Pero la batalla se volvió una guerra y estaba tan ocupado en ganar que no me di cuenta de lo que estaba perdiendo hasta que fue demasiado tarde. No lo entendí, ¿verdad? —dijo acariciándole la mejilla.
—Ni siquiera lo intentaste —rió sin humor Lali—. Sólo espe-rabas que fuera como las demás chicas que iban tras de ti, seguirte por todo el mundo y vivir para las carreras. Bueno, quizá fui así al principio, mareada por el esplendor... pero la fantasía se acabó y sólo quedó el hombre a quien amaba, arriesgando su vida una y otra vez hasta que ya no pude soportarlo —se detuvo y susurró—. Lo siento. Eso no era... necesario. Debo haber bebido mucho, me he puesto sentimental.
—O sincera.
—Será mejor que te vayas a dormir, Peter. Gracias por venir.
—De nada —la miró un momento y luego le puso una mano en la nuca y le besó los labios. Fue un beso de profunda ternura, sin pasión, pero lleno de calor y sentimientos, una caricia que la envolvió y la hizo sentir que sólo existía esa cercanía, ese goce exquisito de sus labios en los de ella.
Se separaron y Lali sintió un vado doloroso. Apartó la vista, incapaz de mirar a Peter y dijo con rapidez:
—¿Puedes levantarte? ¿Te ayudo?
Peter no contestó de inmediato pero ella no le miró y él replicó tenso:
—No, puedo hacerlo —se incorporó—. Buenas noches, Lali.
—Buenas noches. Si tengo otra pesadilla, báñame con agua he-lada —Lali oyó que se alejaba y cerraba la puerta.
Sólo entonces, gimió y hundió la cara en la almohada con dolor. Yació así un largo tiempo y cuando vio la luz del alba, tuvo que aceptar que la hora había llegado y que debía marcharse del lado de Peter otra vez. Sólo que iba a ser un millón de veces más difícil que la primera.
Lali se levantó y llamó por teléfono. La primera persona fue maximo recca y le resultó un poco difícil, pero le dio los informes que Lali necesitaba para hacer la segunda llamada. Para su alivio funcionó tal como esperaba y pudo hacer las maletas y llevarlas al recibidor. Después, fue a ver a Claudia. Le preguntó si podía disponer de Agus una hora.
—Claro que sí. ¿Quieres que te arregle la camioneta?
—No, pero quiero que guarde el equipo de fisioterapia. Me voy hoy, Claudia.
—¿Por qué? —la señora la miró—. Después de anoche..,
—Anoche comprobé que Peter ya no me necesita. Dentro de poco estará completamente bien. No te preocupes.
—No es eso —Claudia dudó pero dijo—: Peter y tú... yo espera¬ba...
—Acordamos que me quedaría hasta que estuviera bien otra vez.
—Pero de todas formas. Seguro os habéis acercado y...
Lali se dirigió hacia la puerta.
—No. Con permiso, voy a buscar a Agus.
¿Ya se lo has dicho a mi hijo?
—Todavía no. Pero será mejor que se lo diga yo, Claudia.
—Sí, claro —la señora parecía atónita—. Pero, ¿cómo va a arre¬glárselas sin enfermera y sin terapia?
—No te preocupes, todo está bajo control. Sabes que no le abandonaría de otra manera.
Se escapó al garaje pero tuvo que repetir lo mismo a Agus, antes que él le bajara el equipo. Entonces, Lali fue con Peter.
—¿Qué está pasando? —inquirió cuando ella cerró la puerta—. ¿Qué hace Agus? —tenía puesto el chandal! y estaba mirando la camioneta por la ventana—. ¿Le pasa algo a tu máquina?
—No, nada —contestó Lali—. Agus la está metiendo en la camioneta, es todo.
Iba a seguir, pero no fue necesario pues Peter comentó:
—¡Te marchas!
—Sí. Ya he arreglado las cosas para que el entrenador del equipo de fútbol venga a darte la terapia. Max dice que es el mejor de por aquí.
—¿maximo recca? Así que sabe que te marchas.
—Sí —reconoció Lali—. Me he despedido de él.
—Y ahora vienes a despedirte de mí.
—Sí —repitió la chica.
—Pero, ¿por qué? —Peter se irguió—. ¿Por qué hoy? ¿Por qué tan pronto?
—Anoche viniste a cuidarme a mí, así .que me di cuenta de que si puedes hacerlo, ya no me necesitas —sonrió—. Puedes bajar por la escalera y Agus te llevará en coche a hacer la terapia. estarás bien.
—No me refiero a eso, lo sabes. Quiero que te quedes —se impacientó—. Y tú también lo deseas. Dijiste que todavía me ama¬bas. Quédate, Lali —urgió—. Sé mi mujer de nuevo.
y bueno les dejo este cap y nos leeremos mañana con el final NO SE LO PIERDANNN gracias a todas por las firmas mañana les dejo argumentos de novelas nuevas y sabran los resultados el domingo cuando publique el primer cap un beso enorme @pupy_angelita
Quiero ensar que ella dira que si y que sera un final feliz!!!1
ResponderEliminarhay no me podes dejar asi subi l final hooooooooooooooooooooooooooy y un final lindo te lo ruegooooooooooo
ResponderEliminarche me podes decir como le hisiste para que cuando comentemos no salga la barra de seguridad
ResponderEliminaren configuracion comentarios
Eliminaraaaiiiiii que le diga que si que le diga que siiii !!!!
ResponderEliminarMas nove pleaseeeeeee :3
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarLali se quiere ir sin arriesgarse a preguntarle si esta vez ,dejaria las carreras x ella.Esta siendo un poco cobarde.Siendo sincera ,y contandole a Peter todo lo k ella sentia cuando estaban casados,Peter si k parece haber reaccionado.
ResponderEliminar¿Hasta el domingo?es mucho,jajaja,si son como esta,seran fantasticas.Me queda el consuelo d el ultimo cap.
ResponderEliminaray diossssss,me encantòòòò
ResponderEliminarespero el final
besos