traductor

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese foro de coches Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

martes, 21 de febrero de 2012

novela: triunfo del amor

La urgencia que mostraba la sorprendió y supuso que debía ser algo relacionado con Peter; si no se trataba de él. Claudia no estaría tan nerviosa.

     —Supongo que podría —aceptó Lali con cautela—. Pero tengo cita con un amigo a las dos y media —añadió para tener un pretexto de cortar la entrevista si las cosas no le gustaban.
     —Gracias ¿Te parece bien en el restaurante que está en Harrods? ¿A las doce y media?
     —Sí, está bien. Nos veremos mañana, entonces —se despidió Lali.

     Eso le dejaba más de veinticuatro horas para imaginar el motivo por el que Claudia deseaba verla, pensó al colgar. Entonces se dio cuenta de que ninguna de las dos había mencionado a Peter.

     Al día siguiente Lali comprobó que los escaparates de Harrods estaban tan vistosos como siempre. Cuando estaba casada tenía un crédito con la tienda y se compraba muchas cosas allí, pero desde su divorcio, hacía sus compras en las deudas locales y en los supermercados. Lali se detuvo para ver unos elegantes vestidos de noche y al ver su reflejo en el cristal, sonrió. Hacía un año estaba casada con Peter Lanzani, el famoso piloto de carreras, y se había adaptado a la imagen que de ella se esperaba. Pero cuando volvió a ser la sencilla Mariana esposito, fruncía el ceño de cansando con frecuencia y había un dejo de tristeza en sus ojos. Su ropa era elegante, pero nada fuera de lo común y, aunque antes los vendedores se apresuraban a abrirle la puerta y la llamaban por su nombre, estaba segura de que ya ni siquiera se fijarían en ella.

     Y tenía razón; el portero ni siquiera la miró cuando Lali empujó la pesada puerta de cristales y entró en la tienda, se dirigió a los ascensores deteniéndose a ver cosas pues no le urgía llegar a tiempo; su suegra había perdido el derecho a esa cortesía y a cualquier otra cosa, cuando la acusó de haber destruido la vida de su hijo. Hizo una pausa al ver unos cinturones. Como esposa de Peter Lanzani, no habría dudado en comprarlos, pero sabía que ya no iría a ningún sitio elegante para usar algo tan vistoso.

     Cuando Lali llegó Claudia estaba allí con una copa delante. Tenía una mirada de preocupación que al ver a Lali se volvió de alivio. Por un instante hubo un momento de duda ya que ninguna de las mujeres sabía cómo saludar a la otra. Al fin, Lali sólo se sentó sin darle un beso a Claudia ni estrecharle la mano como solía hacer.

     —Gracias por venir. ¿Quieres tomar algo mientras ves la carta?
    —Sólo quiero agua mineral, por favor —Lali tenía la impresión de que necesitaría de toda su perspicacia durante las siguientes horas.

     Y tenia razón. Claudia hizo comentarios triviales mientras esperaba que les sirvieran lo que habían pedido, y le preguntó cómo estaban sus familiares y amigos, antes de hablar de lo que le interesaba en realidad. Cuando ya estaban tomando la sopa, la señora dijo en tono demasiado casual:

    —¿No te interesa saber cómo sigue Peter? —había una nota de reproche en su voz, como si hubiera preferido que fuera Lali quien preguntara por él.
    —estoy segura de que le cuidas muy bien —contestó negándose a caer en la trampa.
    —Por supuesto —Claudia frunció el ceño al contestar con dureza—. Sus piernas cicatrizan bastante bien, aunque...
    —Por favor, no quiero saber detalles —interrumpió Lali.
   —estuviste casada con él casi cuatro años. ¿No te importa?
    —Precisamente porque estuve casada con él, es por lo que no quiero saberlo —contestó airada—. Quizá sea mejor que me digas por qué has querido verme.

     La señora Lanzani parecía incómoda.

comentarios aca o en @pupy_Angelita

1 comentario:

  1. Piloto d carreras y ella enfermera ,casados 4 años y divorciados,ahi puede pasar d todo,pero Claudia parece k la culpa y ahora la busca.

    ResponderEliminar