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miércoles, 29 de febrero de 2012

novela: triunfo del amor

CAPÍTULO 2
LALI estaba segura de que Agus le había dicho a Peter que ella estaba en casa, pero le resultó obvio que no lo había hecho. La sorpresa de Peter fue completa. Volvió la cabeza con brusquedad para mirarla con incredulidad. Cerró los párpados unos momentos y luego los abrió. Se llevó la mano a la boca y la siguió con la mirada cuando Lali se acercó a la cama. Se alejó la mano y luego recobró el habla.

    —¿Qué diablos estás haciendo aquí? —inquirió con fiero desprecio.
    —¿No te lo han dicho? Soy tu nueva enfermera —contestó con calma mientras le cogía la muñeca. estaba tan delgada que se le encogió el corazón, pero sintió su pulso antes de que él liberara el brazo.
    —¿Tú? —explotó—. No, no lo eres, maldita sea.
    —¿Por qué no? Necesitas una enfermera y yo un trabajo.
    —Bueno, puedes buscarte uno en otra parte. No vas a cuidarme —afirmó Peter.
    —Ya es demasiado tarde —replicó con tranquilidad—. Ya me han contratado —se dirigió a una mesa en donde estaban las medicinas y las revisó.
    —Coge el dinero —gruñó Peter—. Cógelo y lárgate.
    —Dios mío —notó Lali—. ¿Tienes aún que tomar todo esto? Cualquiera diría que sigues en el hospital.
    Peter alzó la voz de forma amenazadora.
    —Ya me has oído. Vete de aquí, no quiero verte.
    —No.
    —Maldita seas, Lali. No necesito tu pena.
    —Me alegro, porque no la vas a tener. Y no me voy.
    —Sí, te irás de aquí, maldita sea.
    —¿De verdad? ¿Y quién lo ha dicho?
    —Yo, por supuesto —contestó Peter.
    —¿Y cómo vas a hacer que me vaya? ¿Vas a cogerme en brazos y echarme fuera? —inquirió.

    Él la miró fijamente, con la cara tensa y los ojos llenos de furia y frustración. Lali sintió que iba a temblar de nuevo, pero trató de controlarse apoyándose contra el alféizar de la ventana.

    —Puedo hacer que te vayas —le advirtió Peter—. Puedo hacerte la vida tan imposible que te alegrarás de irte.

    Lali rió.

    —Ya lo hiciste una vez. ¿Lo recuerdas? No funcionará por segunda vez.

    Él la miró con sorpresa y luego su mirada se tomó sombría.

    —No durarás más de un par de días.
    —¿Qué te apuestas a que sí? —replicó Lali—. Te apuesto a que duraré... ¿cuál es el récord? ¿Cuánto duró la enfermera más paciente?
    —Diez días —contestó. Peter con acritud.
    —está bien, te apuesto a que duraré más de diez días.
    —¿Y si gano yo?
    —No lo harás —rió Lali.
    —Sí, voy a ganar, maldita sea —dijo él con violencia.
    —Bueno, en ese caso, ganarás un premio, ¿verdad? Te desharás de mí. Pero si gano yo... cuando yo gane —corrigió—, yo decidiré mi premio.
    —¿Cómo quieres que acepte la apuesta sin saber el castigo?
    La miró con sospecha por un momento y luego volvió la cabeza con cansancio, hacia un lado.
    —Vete de aquí, Lali. No hagas las cosas más difíciles de lo que ya son.
    Al ver la tensión de su cara, Lali juzgó que ya era bastante por el momento, así que se dirigió hacia la bandeja de la comida y notó que casi no había comido nada .
     —¿Ya has acabado con esto? —inquirió la enfermera.
     —Sí —lo digo como un reto y Lali adivinó que Claudia y las otras enfermeras le habían rogado que comiera.
     —está bien. Los perros van a engordar.

     Cogió la bandeja y se dirigió a la puerta. Al volverse para salir de espaldas, sus miradas se encontraron. Por un instante los ojos de Peter brillaron de odio y dolor, y con una agonía tormentosa. Lali salió del cuarto deprisa pues no podía soportarlo. Cerró la puerta y se apoyó contra ella hasta que sus miembros temblorosos recobraron la fuerza para andar.

     Claudia la esperaba con ansiedad en el vestíbulo.
    —¿Y bien? —inquirió tan pronto como entraron en la cocina.
     —Quiere que me vaya. Se niega a que sea su enfermera.
     —Ya veo —la mujer la miró triste.
     —Pero no me iré —Lali dejó la bandeja de golpe—. Voy a hacer que se cure, quiera o no.
     Claudia la miró y empezó a llorar y reír al mismo tiempo.
     —Oh, Lali. Oh, querida —le cogió las manos y las oprimió con fuerza.
     Lali empezó a reír también y abrazó a Claudia, algo que nunca había hecho cuando Peter y ella estaban casados.


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2 comentarios:

  1. Espero k Peter ladre mas k muerda.Se siente tan mal seguramente xk comprendio bastante tarde,lo k ella le pedia cuando estaban casados.Y la necesita.¿podrias enumerar los caps?.

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    Respuestas
    1. chari los caps son largos entonces suelo subirlos en partes recien ahora comienza el capitulo 2

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