***
Peter.
Pensar que Mariana, aun tiene su boca abierta en shock cuando me
levanto inclinándome sobre el asiento y Matt cambia de lugar conmigo. No me
gusta ver a otro chico sentado cerca a ella. Sé que es estúpido sentirse
posesivo, cuando no tengo derecho.
Damon mira de vuelta. —Peter, vuelve a tu sitio.
—Estaba mareado —dije—, es cambiar de asientos, o vomitar encima
de Mariana y Matt.
Miro a Mariana quien no parece demasiado contenta, ella se aleja
de mi cuando nuestras rodillas chocan, pero, encuentra mi mirada con la suya.
—Estaba mareado —digo torpemente—. Y Lenny huele a
mierda…literalmente. No puedo soportarlo.
—Oi, eso —Lenny dice
—Bien —yo digo de vuelta.
Mariana sacude su cabello marrón con una confianza que solo puedo
vislumbrar cuando estamos juntos. Ella me lanza una mirada de lado.
—¿Por qué estas tratando de empezar una pelea con Lenny?
—No lo estoy, él la empezó —sonaba como un niño pequeño, pero en
este punto ya no me importaba ¿Qué piensa Mariana, que soy perfecto? Ella debe
saber desde ahora que estoy muy lejos de ello.
—Estas siendo conflictivo.
—¿Qué tiene de malo ser conflictivo? —pregunte.
Mariana puso su nariz en el aire. —Estoy segura que puedes
averiguarlo por ti mismo.
—¿Todo bien ahí? —Damon intervino.
—Mis dedos duelen —Lenny dejo salir—, necesito una bolsa de hielo.
Ruedo mis ojos cuando Damon le pregunta a Lenny que paso. Después
de una ligera pausa y una mirada de advertencia de mi parte, Lenny dice.
—No es nada.
Mariana toma una guía turística de España y se pone un par de
extraños lentes con montura. Que deben ser nuevos porque nunca la había visto
con lentes antes. Ella se gira lejos de mí y se concentra en su libro, mientras
muerde la punta de su lapicero.
Observo como hace círculos en algunas páginas y orejas de perros
en otras.
—¿Planeando un viaje a España? ¿De nuevo? —pregunto. Justo antes
dejar Paradise, ella dijo algo sobre cambiar su manera de pensar y no tomar el
semestre de primavera en el extranjero.
Ella cierra el libro y empuja el lápiz mordido en su mochila.
—Sí.
Eso es todo, sin detalles, sin explicaciones. No como si me
debiera algo. Ella obviamente no quiere hablarme o mirarme para ese asunto.
Después de dos horas Damon detiene el carro en una parada para
descansar.
—Todo el mundo afuera, vayan al baño y estiren las piernas. Comeremos
una rápida cena aquí.
Mientras esperamos que todos vuelvan del baño, camino junto a Mariana
quien, se retira hacia las maquina expendedoras.
—¿Qué pasa? —pregunto tratando de sonar normal.
Ella me da una mirada de disgusto y sorpresa.
—¿Qué pasa? ¿Estás bromeando Peter? Desapareciste por ocho meses.
Creo pasaste la etapa de ―Qué pasa‖ por siete meses.
Mierda. Tengo la sensación que nada de lo que diga será
suficiente, pero lo intento. —Lo siento.
—Yo también lo siento —Mariana se gira y se aleja, su cojera es un
crudo recordatorio de aquella fatídica noche hace dos años. Para una chica
semiparalizada, seguro que es muy rápida, corro para alcanzarla, porque soy
estúpido y no puedo dejarla sola.
—¿Puedes decirme que nunca pensaste en nosotros cuando estaba
lejos? —le pregunte Ella se encoje de hombros. —Pensé en ti y después pensé en
cómo me dejaste.
—No fue por ti, Mariana, lo sabes.
—No quiero volver a eso —ella dice cuando esta cerca de la Van—.
Ya he seguido adelante.
Me sitúo en frente de ella, deteniéndola antes que llegue
demasiado cerca al resto del grupo, ellos no necesitan saber de nuestros
asuntos privados
—No puedes ignorarme para siempre.
Ella sacude la cabeza y me empuja fuera de su camino.
—No, no puedo ignorarte, ni siquiera puedo ignorarte si lo
quisiera. Pero no lo intentes y me hagas hablar de… nosotros.
Ella susurra el nosotros como si
fuera un gran secreto y ella no quisiera que nadie supiera que nuestra relación
iba más allá que una simple amistad.
De vuelta en la Van después de la cena, ella pone sus manos en su
regazo y observa como Damon nos conduce a un camping. Después de un rato, noto
que sus ojos comienzan a cerrarse.
—Puedes recostarte sobre mi si quieres dormir —ofrecí—, prometo
que no hare nada como tocar o algo así.
—No gracias, traje mi almohada de viaje —ella alcanza su mochila y
saca una almohada de avión de color verde fluorescente. Ella lo infla y lo pone
en su cuello como la Mariana que conozco, emocional y auto-consiente Mariana.
Ella se queda dormida casi instantáneamente, y una hora después,
todos excepto Damon y yo somos los únicos despiertos. La chica con los
audífonos esta roncando tan fuerte que me pregunto si Mariana y la chica con
los tatuajes tendrán que usar aparatos para los oídos después de este viaje.
—Toma una siesta Peter, aun nos queda mucho camino por recorrer
—Damon dice.
—Deje de tomar siestas cuando tenía dos años —le digo, robando
otra mirada a la dormida Mariana.
Dejo salir una respiración frustrada, luego observo mi rodilla, la
estoy moviendo arriba y abajo al ritmo de la Van.
Estoy ansioso y no tengo idea porque. Ojala pudiera ponerme de pie
y caminar y liberarme de esta energía, o correr hasta que mi cuerpo grite que
pare. A cambio, estoy atascado sentado aquí pensando cuando estuve en Juve
donde no tenía mucho tiempo para pensar.
Pensar mucho y por demasiado tiempo era peligroso para cualquiera
con demonios contra los que luchar.
Mientras Mariana duerme, la envidio, me alegra que haya seguido
adelante pero no estoy seguro de estarlo. Deje Paradise pero soy el mismo
chico, con el mismo predicamento de entonces.
Cuando finalmente llegamos al camping, Damon baja de la camioneta
para registrarnos. El regresa cinco minutos después con el ceño fruncido.
—Malas noticias —él dice.
—¿Los camperos decidieron que no querían estudiar una cantidad de
historias sentimentales? —pregunto.
—¿Chicos y chicas tendrán que dormir en la misma cabina? —la chica
con tatuajes pregunta.
Damon suspira. El obviamente fue arrojado a una desviación del plan
—Si estaré durmiendo en la siguiente cabina con los consejeros.
Estaré revisándolos cada dos horas. ¿Todos de acuerdo con eso?
—¡Uh, no! —la otra chica anuncia—. No voy a cambiarme delante de
ustedes chicos.
—Hay un baño de chicas solo a unos pocos pies de la cabina —Damon
le informa—. Puedes cambiarte ahí Trish.
—Si esa es la única opción entonces viviré con ella —Trish dice—.
Pero por si acaso no estoy de acuerdo con ello.
Todos están de acuerdo con el inesperado alojamiento. Mariana luce
un poco nerviosa ahora que Damon ha parqueado junto a la súper pequeña cabina.
Todos estamos apilados.
Dentro de la casi inhabitable cabina hay tres camas bunker, con
sabanas y almohadas a los pies de cada cama, pero no hay nada más. Trabaje en
construcción muchos veranos para mi tío y estoy seguro que este lugar fue
pegado, con pegamento…y unas pocas uñas que estallaron y nadie se preocupo por
arreglar.
—Tomo la litera inferior —Matt dice cuando se desploma dentro de
una de las delgadas camas que se hunde hasta el suelo.
—Maldición Damon esto esta devastado al máximo.
—Quiero una litera inferior también —Trish dice.
—Yo también —digo, después observo como Mariana cojea dentro de la
cabina—. Un segundo creo que tomo la cama superior porque Mariana necesita una
litera inferior por su, uh…
—¿Pierna? —Mariana finalizo por mí—. Puedes decirlo Peter, no es
como si fuera un secreto, todos pueden ver que camino con cojera.
—Oh, y mientras hablamos de obvias imperfecciones —Matt dice—, tal
vez debería anunciar que estoy consciente que tengo un muñón por brazo, Es el
obvio Elefante blanco del salón, así que quiero decirle a todos que está bien,
hablar de ello o hacerme cualquier pregunta.
—Ew —Trish dice—. ¿Tienes que llamarlo muñón?
—¿Preferirías llamarlo mi apéndice parcial? —Matt pregunta,
jalando su manga y mostrando lo que queda de su brazo izquierdo. Ella toma un
rápido vistazo—. No.
Damon palmea llamando nuestra atención.
—Bien, todo el mundo ahora que todo está arreglado, sitúense y
encuéntrenme en diez minutos.
—¿Afuera? —Trish pregunta— ¿y para qué?
Esta chica va estar definitivamente en la carrera con Lenny por la
persona más molesta en nuestro grupo. Ella no ha sonreído o dicho algo
remotamente positivo desde que el viaje empezó. Tengo el sentimiento que ella
está tratando de hacernos la vida miserable como la de ella. De nuevo estoy con
ella, prefiero estar de vuelta en Chicago que aquí.
—Solo salgan en diez minutos —Damon dice, luego cierra la puerta
principal y desaparece.
La chica del tatuaje, cuyo nombre es Erin salta en la litera
superior a la de Mariana, Tomo la litera sobre la de Matt, se que probablemente
no importa que cama tome porque, probablemente no duerma, hasta que mi cuerpo
este exhausto.
Después que organizamos nuestras cosas, salimos, está
oscureciendo, y los mosquitos están definitivamente afuera.
Tomamos nuestro turno rociándonos con repelente mientras Damon
explica cómo será la noche.
—Es casual, así que sin presiones. Respiren profundo, y ahora
estamos aquí para apoyarnos a todos. Dado que es tarde, no todos hablaran hoy,
pero está bien. Tendrán forma de compartir en cualquier momento.
Damon nos dirige a los bosques. Casi veinte chicos están sentados
ante una fogata en tres tocones, esperando por nosotros.
Todos miran hacia arriba cuando nos aproximamos.
El crujido en el bosque me recuerda al tiempo cuando mi papa y yo
solíamos ir de camping a Wisconsin con Agustin y su papa. La última vez que
hable con Agustin el estaba saliendo con mi ex-novia Luna y trabajando en la
tienda de hardware de su padre.
—Tomen asiento —Damon dice a nuestro grupo—. Escojan un espacio
vacío en cualquier sitio.
Me senté junto a un chico con una gran cantidad de acné, quien
debía ser nuevo en el descontrol de hormonas. Él me sonríe débilmente.
Una mujer se levanta y dice que los chicos son de secundaria del
área de Chicago y necesitan pasar la escuela de verano para pasar a siguiente
grado.
Después que la mujer habla, Damon se pone de pie.
—He traído algunos adolescentes que están aquí para contar sus
historias acerca de cómo los riesgos al conducir han afectado sus vidas. Sé que
algunos de ustedes piensan que son invencibles, pero adivinan de nuevo.
Escúchenlos. Escuchen sus historias. Serán más inteligentes que eso —él se
sienta.
Silencio.
¿Que esperaba que
hiciéramos, que saltáramos y contáramos nuestras románticas historias? ¿El
realmente piensa que a estos chicos sentados frente a la fogata les importa una
mierda? Esto es una broma.
Alguien tose.
Alguien estornuda.
—Hola chicos soy Matt —la voz de Matt corta el silencio. El aclara
su garganta. Unos pocos chicos miran, pero la mayoría están mirando sus uñas o
el fuego. Unos pocos están susurrando a otros totalmente desinteresados en lo
que Matt está a punto de decir.
—Supongo que voy de primero. Hace unos meses, regresaba a casa de
un juego de futbol de la escuela, yo era el receptor. Habíamos derrotado a
nuestro rival en su propio terreno y estaba más que feliz. Mientras
regresábamos a la escuela,
estábamos bromeando. Me sentía bien. Muy bien —él miro hacia
abajo—. Incluso invencible.
Algunos de los chicos aun están hablando entre ellos, sin dar una
mierda por el pobre Matt abriendo su corazón .Matt ni siquiera parece notar que
no están prestando atención, o tal vez no le importa.
—Despues que regresamos de la escuela y apilamos nuestros carros,
en una parada. Un amigo mío estaba junto a mí. Yo acelere el motor, él acelero
el suyo —él se detuvo—. Cuando la luz se torno verde, presione el pedal tan
fuerte que lanzo mi cabeza hacia atrás. Fue una ráfaga, especialmente sabiendo
que iba a dejar a mi amigo hecho polvo. Fue entonces cuando perdí el control
del automóvil. No me acuerdo de mucho antes de estrellarme contra un árbol, y
cuando desperté me encontré con que habían tenido que amputar mi brazo. El
metal lo había aplastado destrozándolo y sin posibilidad de reparación.
Como si no fuera suficiente, Matt se saca la camisa, ahora que
tiene atención. Unos pocos chicos jadearon, algunos se encogen y algunos miran.
Su pecho está lleno de cicatrices y menos de diez pulgadas de su brazo
izquierdo. Él vuelve a sentarse.
—No me siento tan invencible ahora. Perdí cualquier chance de una
beca universitaria y…y… —él seca sus ojos—. Nunca seré capaz de atrapar un
balón de nuevo —él mira de nuevo hacia arriba, luciendo desafiante—. Traten de
ponerse los pantalones usando una mano. Solo por un día, traten de hacer esa
simple tarea con una mano. Puedo decirles ahora que no es fácil cuando tienes
una mano. Si quieren la bendita verdad, apesta, desearía retroceder el tiempo,
pero no puedo. Tome una estúpida decisión porque pensé que era invencible y lo
pague por el resto de mi vida.
Él suspira y sostiene su cabeza.
Bien, eso fue un bajón. Maldición por lo mucho había pensado que
íbamos a asar malvaviscos y hacer algo más parecido a una fogata.
Mi mirada va a Mariana. Nuestras miradas se encuentran por un
segundo, pero luego ella rompió la mirada rápidamente y se enfoco en el suelo.
Cuando ella mira de nuevo, ella dice a través del tenso silencio
—Soy Mariana casi dos años atras fui golpeada por un carro…
Cuando ella se levanta ella enfoca su acusatoria mirada en mi. ¿Va a renunciar decir
que fui yo el convicto que la golpeo? No
fui el único que lo hizo, pero ella no sabe que estoy guardando ese secreto, o
incluso peor ¿Espera que me levante y
diga que la arrolle mientras conducía ebrio? Me ahogo en la mentira.
Maldición no puedo lidiar con esto.
No ahora.
Antes que ella pueda decir otra palabra, me levanto y me dirijo a
la cabina.
—Peter, regresa aquí —Damon sisea.
Lo ignoro y sigo caminando
mas novela mi p8uppy e encanto es increible massssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarmas mas mas sube mas
ResponderEliminarPeter sigue en su puesto d soberbio.Con lo bien k estaba con Mariana 8 meses atrás, y estropeo todo.
ResponderEliminarOjala Peter se abra con Mariana no pueden seguir asiii
ResponderEliminarMas Novee
@sarapinyana