traductor

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese foro de coches Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

domingo, 9 de septiembre de 2012

novela: regreso al paraiso capitulo 22



Mariana.
Por el resto del viaje de Re-COMENZAR, Peter mantiene su distancia. Actúa como si fuéramos meros conocidos. Sólo interactúa conmigo cuando tiene que hacerlo. Cuando hablamos con grupos alrededor de Illinois, Indiana y Wisconsin, Peter comparte la forma en que fue detenido y cómo haría cualquier cosa para evitar la cárcel en el futuro.
No habla de ir a la cárcel por Eugenia. Creo que quiere olvidar esa parte de la historia, aunque en mi opinión la realidad de lo que hizo por su hermana se cierne sobre él todos los días. Me gustaría poder hacerlo hablar sobre ello, pero en este momento no confía en mí en absoluto.
No estoy segura de que él confié en nadie.
Es el día antes de que finalice el viaje, y nos quedamos en una gran cabaña alquilada en Lake Geneva, Wisconsin. La cabaña cuenta con nueve habitaciones, por lo que cada uno recibe la suya. Pero no puedo dormir con la idea de perder a Peter de nuevo oprimiéndome. Me asomo a su habitación a las dos de la mañana, pero la cama está vacía. Mi corazón es presa del pánico, pensando que se marchó antes de tiempo.
El alivio me inunda cuando diviso a Peter desde mi ventana. Está lanzando piedras en el lago.
Mi cerebro me dice que será mejor sólo dejarlo ir.
Mi corazón... no tanto.
Todavía quiero convencerlo de volver a Paradise. No he hecho un gran trabajo haciendo lo que me propuse hacer. Esta noche es mi última oportunidad. Pensando en lo que Vanessa dijo, me preparo para confrontar a Peter de una vez por todas.
Me deslizo sigilosamente por la puerta corrediza de vidrio. El sonido melódico de los grillos que chirrían me sigue en mi vigilia mientras camino por el sendero de grava hacia el lago.
Supongo que esto es un adiós... otra vez.
Él no me mira. En su lugar, lanza otra piedra.
Supongo que sí. Diviértete en España.
No he pensado sobre mi inminente año en el extranjero por algunas semanas. Este viaje de Nuevo Comienzo ha sido agotador, tanto física como mentalmente. He aprendido mucho sobre mí misma este mes pasado. También he hecho una buena amistad con Trish y Erin, que ahora son como hermanas. Trish cree que es la protectora de Erin, y las tres hemos pasado la mayoría de las noches hablando hasta tempranas horas de la mañana.
Me siento en una roca grande y lo observo.
¿Adónde vas?
Él se encoge de hombros.
Arizona, creo.
¿Arizona? Eso está muy lejos. Hay tantos cabos sueltos que él necesita atar antes de que se vaya.
Regresa a Paradise, Peter.
Esta conversación ha terminado.
Me levanto y camino directamente delante de él. Está a punto de lanzar otra piedra, pero le tomo la mano y se abre por lo que la piedra cae al suelo.
Vuelve a Paradise le digo otra vez.
Baja su mirada hacia el suelo, y siento su derrota como si fuera mía.
No puedo. Cuando volví a casa, toda mi familia quería que pretendiera que los Lanzani eran la familia de ensueño. En realidad, cada uno de nosotros estaba jodido. No podía fingir antes. Todavía no puedo, así que ni siquiera me lo pidas. Estoy viviendo con muchos arrepentimientos, no puedo añadir otro a la lista.
Dales el beneficio de la duda. Ellos te necesitan.
Niega con la cabeza.
No tengo nada por lo que volver. Diablos, incluso la Sra. Reynolds está muerta. La única persona por la que volvería eres tú, y nosotros estábamos condenados
desde el principio. Da un paso lejos de mí y se pasa los dedos por el pelo. Él hace eso cuando se siente frustrado. Olvida que acabo de decir que volvería por ti. Eso fue estúpido por mí parte.
Estoy esperando que diga que nuestro período de reflexión terminó, que está listo para volver a intentarlo. Pero no lo hace. Tal vez se dio cuenta que lo que tenemos no vale la molestia, sobre todo porque me voy a España y él se va a Arizona.
Pienso en las veces que nos besamos y nos abrazamos. Pensé que no podía sentir nada tan sorprendente como lo que sentí entonces, tan poderoso y explosivo.
¿Realmente te vas? Le pregunto, mi voz saliendo como un susurro.
Sí. Sin arrepentimientos.
¿Qué? ¿Sin arrepentimientos? ¿Por qué sigues diciendo eso? ¿Qué significa?
Ahueca mi barbilla tiernamente y me impulsa a mirarlo.
Significa que no puede irme hasta que haga esto...
Inclina su cabeza. Espero que sus cálidos y carnosos labios se encuentren con los míos mientras mi corazón late como loco en mi pecho. Sus labios flotan sobre los míos, y ambos sonreímos porque esto nos lleva de vuelta al lago donde nos pusimos a prueba y nos tentamos entre sí. Fue travieso y peligroso. Estamos jugando un juego travieso y peligroso en este momento, pero me digo a mí misma que lo disfrute y haga caso omiso de las advertencias en el fondo de mi cabeza.
Al menos eso es lo que sigo tratando de decirme a mí misma cuando cierro los ojos y él presiona sus labios en los míos. Saboreo cada momento de nuestro beso. No es ardiente, duro y hambriento. Es lento, erótico y sensual. Él se apodera de mi cintura y me atrae más cerca.
Oh, Dios, quiero derretirme en sus brazos justo aquí y ahora. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello mientras nos seguimos besando, sosteniendo y tocando. Él me levanta del suelo. No puedo imaginar a nadie más que sea capaz de hacerme sentir invencible, hermosa y digna como Peter hace. Quiero gritar: ¡Te amo, Peter! ¿No sientes lo que siento cuando estoy contigo?
Sus labios se alejan lentamente de los míos y él desenvuelve mis brazos alrededor de su cuello.
No me arrepentiré de esto... nunca. Adiós, Mariana.
Adiós, Peter. Voy a… extrañarte.
Te extrañaré, también.
Tomo una respiración profunda, frenando el torrente de emociones. Lo empujo para abrirme paso y me apresuro a llegar a la cabaña para que no vea las lágrimas rodando por mis mejillas. Rápidamente me meto en la cama y entierro la cabeza en mi almohada para que no pueda escuchar mi dolor mientras lloro.
¿Por qué hago esto? ¿Por qué lo dejó ir sin luchar? Porque soy una cobarde, por eso.
Oigo rechinar la puerta corrediza al abrirse unos minutos más tarde. Peter debe estar de vuelta en la cabaña. Pienso en Vanessa, que está metida en la cárcel y no puede luchar por lo que quiere.
Yo puedo.
Entiendo cuales fueron los motivos de Peter para besarme esta noche. Ese beso dulce fue una tentativa de fin.
No fue suficiente, al menos para mí. Quiero más. Necesito más. Pero ¿tengo el valor de mostrarle qué tipo de fin quiero pedir para dejarlo finalmente ir?
Respiro profundo cuando me siento en el borde de mi cama. Puedo hacer esto. Soy cuidadosa dando pasos suaves y rezo para que la madera del piso de la cabaña no cruja mientras hago mi camino hacia el sótano.
A la habitación de Peter.
Su puerta está abierta. Lenny está profundamente dormido en la habitación de enfrente. Los ronquidos de Lenny hacen eco por las paredes, pero la habitación de Peter está en silencio. Ni siquiera lo escucho respirar cuando entro.
No hay ventanas, así que está casi completamente oscuro. Un resplandor verde viene de una luz nocturna permanente en el pasillo.
¿Peter? susurro. ¿Estás despierto?
oigo a sus sábanas crujir cuando se sienta. ¿Pasa algo?
Algo así.
Cierro la puerta, entonces palpo mi camino lentamente por la habitación, esperando no tropezar y caer. Me topo con algo cálido, duro y distintivamente masculino. Peter. No lleva camisa, porque siento su piel caliente y su musculoso pecho contra las yemas de mis dedos.
Levanto la mirada en la oscuridad.
Hola.
Hey dice, su familiar voz reconfortándome de alguna manera. Voy a extrañar esa voz. Supongo que no te perdiste.
No, yo, eh, no podía dormir. Y pensé... sólo... bueno...
¿Qué es, Mariana? Simplemente dilo.
Está bien. Yo también puedo llenarme de valor. Es ahora o nunca.
Pensé que podíamos pasar nuestra última noche juntos. Sé que no podremos vernos de nuevo después de mañana, pero no puedo dejar de querer estar en tus brazos esta noche. Sólo una última vez. ¿Te parece bien?
Peter toma mi mano en la suya y me lleva de vuelta a su cama.
Más que bien.
Me deslizo bajo las sábanas y espero a que me acompañe, pero no lo hace.
¿A dónde vas? le pregunto.
A ponerle seguro a la puerta. No quieres que Lenny se meta de repente entre nosotros, ¿verdad?
Me río nerviosamente.
No.
Hace frío en el sótano, así que tiro de la manta hasta mi pecho. Peter se desliza a mi lado, y siento sus piernas desnudas contra las mías.
Estás temblando él dice, su voz un bajo susurro.
Tengo un poco de frío... y estoy un poco nerviosa.
No estés nerviosa, Mariana. Sólo soy yo.
Este es el verdadero Peter, sin la fachada dura. Me alegro de que esté completamente oscuro y no pueda ver mis dedos temblorosos mientras suben a su bello rostro.
Lo sé.
Él me atrae más cerca. Apoyo la cabeza en el hueco de su brazo y estoy más contenta que nunca.
¿Mariana?
¿Sí?
Gracias.
¿Por qué?
Por hacerme sentir vivo otra vez.
Cubro con mi brazo su pecho, el calor de su piel se funde con el mío. Quiero recordar esta noche siempre, porque probablemente nunca tengamos otra oportunidad de sostenernos uno al otro de esta manera. Me dan ganas de hacer algo más que dormir en sus brazos. Lo intento y me relajo, para desacelerar los latidos irregulares de mi propio corazón mientras envuelvo mi pierna derecha, la que no fue severamente dañada en el accidente, alrededor de él. Es una insinuación definitiva de que estoy lista para hacer algo más que estar en sus brazos.
Él gime en respuesta.
Mariana, estás pisando terreno peligroso. Estoy tratando de ser un hombre bueno y honorable.
Lo sé. Pero no estoy pidiéndote que seas uno.
¿Segura que sabes en lo que te estás metiendo?
No. No tengo ni idea. Empiezo a besar y palpar mi camino a través de su amplio pecho.
Me estás matando dice, sus manos lentamente alcanzándome e impulsándome hacia arriba de modo que estamos frente a frente. No podemos hacer esto. No me malinterpretes, estoy listo y dispuesto. Pero mañana nos vamos en direcciones completamente diferentes. Tú y yo sabemos que fajar o tener relaciones sexuales lo complicará todo.
Tengo una gran idea digo con total naturalidad. Vamos a besuquearnos toda la noche hasta que estemos agotados. Eso está bien, ¿no?
Besuquearnos, ¿eh? me tira encima de él. Definitivamente podemos hacer eso murmura contra mis labios.
Más tarde, cuando los dos estamos bajando de una temperatura máxima que nunca he sentido antes, pongo mi cabeza sobre su pecho mientras él envuelve sus brazos alrededor de mí.
Fue una gran sesión de besuqueo.
Mmm él está de acuerdo soñolientamente. La mejor.
Unos minutos más tarde, siento al cuerpo de Peter relajarse. Su lenta y acompasada respiración me arrulla.

HOLAAA PERDON POR NO DAR LA BIENVENIDA A LAS NUEVAS LECTORAS ES QUE SUBIA CON PRISA ASIQUE AHORA SI BIENVENIDAS ME ALEGRO QUE LES GUSTE ACA LES DEJO EL CAP DE HOY NOS LEEMOS MAÑANA

4 comentarios:

  1. no!!! por favor que no se separen!!!
    son unos tiernos..

    ResponderEliminar
  2. Noo! No quiero que se separen!! Me encanta que esten asi de juntos (:
    MAS
    @sarapinyana

    ResponderEliminar
  3. Ella siempre más decidida k el ,busca lo k quiere y no se rinde.

    ResponderEliminar