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jueves, 20 de septiembre de 2012

novela: regreso al paraiso capitulo 31



ULTIMOS 7 CAPITULOS!

Peter.
Después de que le pedí a Mariana que fuera mi novia, ella lucía nerviosa.
—¿Qué hay sobre tus padres, mi mamá… y Eugenia? —sus cejas se fruncen con preocupación. Mariana y yo no somos nada como Luna y Jaime. Creo que mi antiguo mejor amigo y mi ex novia se hacen más débiles el uno al otro. Mariana y yo juntos somos un equipo fuerte. —Les diremos sobre nosotros. Sus ojos se amplían. —¿Recuerdas cuan molestos estaban la última vez? No puedo. —Tal vez tú no puedas, pero juntos podemos —me inclino y la beso en los labios—. No tengas miedo.
Cuando me alejo, nuestros ojos se encuentran. Esta es la chica de la que extraigo fuerza. Ha conseguido más poder de lo que piensa, y me enseñó la definición de resiliencia2 Una pequeña sonrisa cruza sus labios. —¿De verdad crees que podemos hacerlo? —Sí, lo creo —Por ahora, lo hago.
2 Es la capacidad de una persona para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles o de traumas a veces graves.
En la tarde, decidimos encontrarnos en el parque después del anochecer. Mariana todavía está nerviosa sobre contarles a las personas sobre nosotros. La luz de la luna brilla sobre su hermoso rostro mientras se acerca a mí. Pongo mi brazo a su alrededor y caminamos en silencio. —¿Qué va a pasar después de que me vaya a España? —finalmente pregunta.
Su viaje es como tirar una llave inglesa al plan de novia3. Pero ¿no puedo simplemente vivir el presente y no preocuparme sobre el futuro? —No lo sé, supongo que lo averiguaremos por el camino. Mariana junta de golpe sus labios y mantiene su barbilla alta. Parece lista para un desafío. Por primera vez desde siempre, siento como que soy capaz de estar en Paradise. Acaricio su hombro y lentamente arrastro mis dedos por su brazo hasta que nuestros dedos se tocan. Adoro cuando la toco y escucho su respiración más fuerte y más rápida. Es totalmente excitante. Me hace querer ver cuánto puedo complacerla. —Desearía que regresáramos a la cabaña en este momento. —Yo también —susurra—. Te besaría toda la noche. Me rió entre dientes. —Tengo que ser honesto contigo, Mariana. Trataría de hacer mucho más que besarnos. Me gusta simplemente estar con Mariana, hablar con Mariana, hacer cosas con Mariana… pero también me gusta perder el tiempo con Mariana. Me vuelve loco que no se dé cuenta de cuánta atracción sexual tiene. Eso trae una tímida sonrisa a su cara. —Me gustó lo que hicimos en la cabaña. Fue difícil dejarte en la mañana. —Dime lo que te gustó. Tú sabes, así lo sabré para la próxima vez. —Soy demasiado vergonzosa —miro cuando se mordisquea el labio, entonces levanta su cabeza hacia un lado, pensando. Ella se da la vuelta para encararme—. Uhm… ¿qué pasa si te lo muestro? Esta chica nunca deja de asombrarme. Mientras más cómoda está con nuestra relación, más sale su espíritu lleno de vida. —Muéstrame.
Sin dudar, se inclina hacia adelante y lleva su cara directamente en frente de la mía. Esperando que nadie pueda vernos, agarro su trasero y la levanto contra el árbol.
3 En inglés original, throw a monkey wrench into, significa “la causa de que algo falle”.
—¿Estás bien? —murmuro.
—Mmm —sus piernas instintivamente van a mí alrededor, y me presiono contra ella mientras gime contra mis labios.
Maldición, sus besos son calientes y sexys. Siento su energía y su ansiedad como si fueran mías. Definitivamente no tengo que esperar mucho esta vez para que su lengua salga y juegue con la mía. Cuando sus suaves manos alcanzan bajo mi camisa y juegan con la pretina de mis vaqueros, se siente tan diferente a lo que ha sido con cualquier otra chica. Seguro, deseo a Mariana. Pero me pone nervioso, porque también la amo. La amo por todo lo que es y quiere ser. Me desafía a perdonar a otros. Es mi mejor amiga. Ese pensamiento es humillante.
—Consíganse un cuarto —escucho decir a una voz detrás de mí.
Maldición. Un día Mariana y yo vamos a conseguir algún tiempo a solas, incluso si tengo que ahorrar dinero para llevarla al Lago Geneva o a Rockford por un fin de semana como solían hacer mis padres.
Doy un gruñido frustrado cuando miro al engendro de Satanás, que solo puede ser llamado Lenny. A quien no estaba esperando era a mi viejo compañero de celda Julio que estaba de pie detrás de él.
Gentilmente suelto a Mariana y permanezco en frente de ella. En un penoso intento de protegerla de las burlas de Lenny, pero fuimos pillados en una clase de posición comprometedora.
—Hey, ¿qué estás haciendo aquí? —le pregunto a Julio.
—Pensé en devolverte una pequeña visita.
Asumí que volvería a Chicago cuando fuera soltado, para ver a su familia y salir con viejos amigos. Realmente nunca creí que vendría a verme.
Oh, hombre, ¿qué va a pensar Mariana de Julio? Estoy un poco agradecido de que esté oscuro, así no ve todos sus tatuajes. Su cabeza afeitada lo hace ver como un tipo rudo, pero sus locos tatuajes son aún más intimidantes.
—Mariana, este es Julio. Compartimos una celda cuando estaba en el DOC.
—Gusto en conocerte —dice Mariana, extendiendo su mano y sonriendo.
Julio le da un golpe con la mano y la sacude como si fuera de sus chicas del barrio. Estoy divertido de que ella ni siquiera parezca perturbada. Julio asiente a nuestra obvia apariencia despeinada. El cabello de Mariana es un lio por pasar mis dedos por él, y creo que de algún modo se las arregló para conseguir bajarle la cremallera a mis pantalones sin ni siquiera darme cuenta.
—Disculpa por interrumpir lo que sea que ustedes dos estaban haciendo… o por hacer. Siempre que tenga un grupo de séquitos, bien puedo imponer una línea. —La próxima vez, si cualquiera de ustedes me ve besándome con mi novia, simplemente finjan que no existimos y se van. —¿Novia? —pregunta Lenny—. ¿Desde cuándo se convirtió en oficial? —Desde ahora —dice Mariana. —No puedo creer que hayas venido aquí solo por una visita —le digo a Julio. Julio, como siempre luce y actúa genial. En su vecindario, los chicos tienen miedo de echarlo a perder alrededor de tipos que tienen una forma de andar arrogante. Juegas el juego y no interfieres con él. —Sabes que no me gusta tomar nada de nadie, pero necesito un lugar para quedarme. Si solo estuviera sobre mí, no hay problema. Julio no es tan loco como parece, y estar aquí es un signo de que está rompiendo los lazos con su pandilla. —Tengo que preguntarle a mi papá. Encontraremos una solución. Caminamos hacia mi casa. Todo el tiempo estoy pensando sobre cómo voy a darle la noticia a mi papá de que hay otro amigo mío que necesita un techo sobre su cabeza. Demonios, justo estaba consiguiendo prepararme para darle la noticia de que Mariana y yo somos pareja. Ahora tengo que lidiar con Julio necesitando un lugar para quedarse. Me siento como un intruso o un invitado en mi propia casa, como sea. Llevar a un segundo chico al azar para quedarse puede causar que mi papá se vuelva loco. Mariana aprieta mi mano. En un mensaje silencioso de que todo estará bien. De algún modo le creo. Al final todo estará bien. Pero la valla tiene que ser saltada primero. Cuando llegamos a mi casa encontramos a mi hermana viendo la televisión en la sala de estar. Parece sorprendida cuando los cuatro entramos. —Hola —dice mientras apaga la televisión. Su atención inmediatamente va hacia Julio.
—¿Sup?4 —dice, asintiendo hacia ella.
4 Es un forma de saludo, similar a “¿Qué tal?” O “¿Cómo estás?”
—Eugenia, este es Julio. Julio, Eugenia.
—Hola —dice ella.
—¿Dónde está papá? —le pregunto.
—Mirando la televisión en su cuarto o durmiendo.
Debería haberlo sabido.
—Volveré enseguida —les dije a todos, luego subí los escalones de dos a la vez y toqué la puerta de la habitación de mis padres.
—Pasa.
Abrí la puerta y encontré a mi papá acostado sobre su gran cama tamaño familiar viendo televisión. La apaga cuando me ve entrar en su cuarto.
—Hey, papá.
—¿Te divertiste esta noche? —pregunta.
Pienso en Mariana y en mí. No sé lo que nos espera en el futuro, pero me siento bien con eso. Me siento mejor de lo que nunca me he sentido sobre nosotros, de hecho.
—Sí. Me divertí, gracias. Escucha, tengo que pedirte un favor. Este chico con el que me alojé en el reformatorio está de pasada —aclaro mi garganta, porque ya no sé como continuar para pedirle otro favor a mi papá—. Necesita un lugar para pasar la noche.
—¿Por cuánto tiempo? —pregunta Papá. No puedo leer su reacción, así que voy con cuidado. Estoy a su misericordia aquí. Es su casa. Apenas antes de que dejara Paradise había dicho que o seguía sus reglas o me iba. Me fui, porque no podía fingir ser el hijo perfecto cuando claramente no lo era.
—No lo sé. Algunos días, tal vez.
—Tenemos objetos de valor. A tu madre no le gustaría, Peter.
—Mamá no está aquí —le digo.
—¿Qué hay sobre Eugenia? —dice papá—. Ella es casi tan frágil como tu madre.
El piso cruje, alertándonos que alguien más está en la habitación. Es Eugenia.
—Deja que se quede, Papá.
—¿Por qué?
—Porque es lo correcto. Necesita un techo sobre su cabeza, y nosotros tenemos uno —ella me mira y me da una pequeña sonrisa, como si estuviéramos juntos en esto.
—Bien. Puede quedarse —me dice—. Peter, te hago responsable si algo es robado. Y solo puede quedarse unas noches y eso es todo. Aunque su madre no esté aquí ahora, esta es nuestra casa y tenemos que respetar la forma en que ella querría que fuera.
—Gracias, papá —estoy a punto de bajar por las escaleras, pero tengo que sacar algo de mi pecho primero. Miro a Eugenia, luego a mi papá—. Solo quiero que ambos sepan que Mariana y yo vamos a estar pasando un montón de tiempo juntos las próximas dos semanas.
—No creo que eso sea una buena idea —interviene mi padre—. Ella es la razón por la que fuiste a la cárcel, Peter.
Miro directamente a mi hermana y digo.
—Mariana no es la razón por la que fui a la cárcel, Papá. ¿Cierto, Eugenia?
—No sé de lo que estás hablando —masculla Eugenia. Se retira rápidamente y desaparece por el pasillo.
—¿Qué estás pensando, Peter? —pregunta mi papá—. Estás poniéndote a ti mismo en problemas por jugar con Mariana. Estás arruinando tu vida.
—Estás equivocado, Papá. Estoy tratando de arreglarla.

3 comentarios:

  1. dios espero que todo este bien tambien...
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  2. Al menos habla con su padre,y este parece querer una buena unión x lo k cede a k se quede también Julio,quizás su padre espera k ahora Peter se quede en casa.

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  3. Feliz día internacional d LA PAZ.

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