traductor

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese foro de coches Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 14 de septiembre de 2012

novela: regreso al paraiso capitulo 26



Mariana.
Mi madre se va a casar. Bueno, ella se casará después de que Lou le proponga matrimonio en algún momento de este fin de semana. Saco algunos artículos del escritorio sobre el parque de Paradise. Quiero escribir una carta a Vanessa. No quiero que ella piense que me olvidé de la promesa de escribirle.
Me siento apoyándome en el gran árbol en el parque donde Peter y yo nos besamos por primera vez. Me siento en paz aquí, y me pregunto si Peter lo está haciendo bien en Arizona o dondequiera que esté.
Escribo sobre el viaje de Re-COMENZAR, y le digo a Vanessa sobre cómo Lou me pidió permiso para casarse con mi mamá. Pensé en escribirle una pequeña nota, pero al final me dejo llevar. Le hablo de Peter y Trish y Lenny... para entonces he llenado el anverso y reverso de tres páginas.
Cuando llego a casa, Matt me llama. Él está muy nervioso acerca de ver a su novia de nuevo.
—Te necesito como un parachoques —dice Matt—. Becca aceptó salir conmigo mañana por la noche. Te necesito allí.
—No voy a ser el tercero en discordia, Matt —eso es lo último que quiero.
—Las cosas con Becca han estado tensas desde el accidente. Sé que ustedes dos se llevaran bien... sólo... vamos, Mariana. Es necesario que me ayudes a romper el hielo. Porfaaaa. Ya sé que no te vas a ir a España, hasta dentro de un par de semanas. ¿Qué otra cosa estás haciendo aparte de estar de mal humor por Peter?
—No estoy enfadada.
Se ríe.
—Muy bien, ¿qué has hecho desde que llegaste de Re-COMENZAR?
—Desempaqué las maletas.
—¿Y...? Llevas en casa más de una semana.
—Y fui a ver los narcisos de la Señora Reynolds.
—Suena como algo rápido hasta ahora. ¿Y?
—Escribí una carta.
Matt se vuelve a reír.
—Sí, veo que tienes la vida más emocionante. Me sorprende que tengas tiempo para hablar conmigo por teléfono.
Está bien, quizás Matt tiene razón. Debo salir con él y Becca mañana, y demostrarme a mí misma que no estoy viviendo en el pasado.
—Está bien, está bien —le digo a Matt—. Pero, ¿a quién encontraré para salir conmigo?
—Tengo una idea.
—Oh, no. Siento un dolor de cabeza aproximándose.
—Sé aventurera —dice Matt, totalmente emocionado—. Te voy a encontrar una cita. Dame tu dirección y estate lista para salir mañana a la noche a las seis.
Después de colgar, me voy a mi habitación. Hay una nota en mi cama. Es de mi mamá, que me decía que mi papá llamó y quiere hablar conmigo. Hago una bola con la hoja de papel, la tiro a la basura, y me siento en mi cama mirando el bote de basura. ¿Qué es tan importante que quiere hablar conmigo ahora?
Yo solía llamar y prácticamente rogarle por cinco minutos de su tiempo. Le rogué que volviera a casa, pero él dijo que había seguido su camino. ¿Por qué debería darle algo de mi tiempo ahora? Él no se lo merecía.
Si él planeaba decirme que su nueva esposa estaba embarazada, ¿qué es lo que espera? ¿Que salte de felicidad? ¿Soy una mala persona por molestarme por su nueva esposa y su nueva vida sin mí? Nunca me invitó ni una vez a Texas para visitarlo. Nos dejó a mí y a mi madre al mismo tiempo.
Pero ¿y si está enfermo? ¿Y si no es que va a tener un hijo, sino que tiene cáncer o alguna otra cosa incurable? Odio a mi papá, pero aún lo quiero. Sé que no tiene sentido, pero de nuevo, no hay nada en mi vida que tenga sentido últimamente.
Me siento como una hipócrita diciéndole a mi mamá sobre darle otra oportunidad a Peter cuando no estoy dispuesta a darle a mi padre otra oportunidad. Cojo el
teléfono y marco el número de mi padre. Aguanto la respiración cada vez que el teléfono suena.
—Cariño, ¿eres tú?
Me siento adormecida cuando escucho su voz. No excitada, ni enojada, ni con ansiedad. Sólo adormecida.
—Sí, soy yo. Mamá dijo que te llamara.
Espero por la gran noticia que tiene que decirme.
—He estado tratando de ponerme en contacto contigo las últimas semanas. Tengo noticias —dice, luego hace una pausa.
Me preparo para ello. Ahí viene…
—Me estoy divorciando —deja escapar.
Caramba, no esperaba oír eso.
—Lo siento.
—No te preocupes. A veces estas cosas funcionan, y a veces no lo hacen. ¿Quieres saber lo mejor?
Estoy sorprendida por su actitud indiferente.
—¿La mejor parte? —hago eco de su pregunta.
—Me mudaré de nuevo contigo y tu mamá.
¿Qué?
No.
Es un error.
Debo haber oído mal.
—¿Vas a volver? ¿A nuestra casa?
—Sabía que estarías emocionada.
—¿Lo sabe mamá?
Él da una risa nerviosa.
—Por supuesto que ella sabe, tonta. ¿Mariana no son grandes noticias? Vamos a ser una familia otra vez.
—Sí —digo sin emoción. Estoy aturdida, y siento que todo mi mundo se acaba de inclinar sobre su eje—. Eso es, uhm… genial.
—Volaré el jueves, y los de la mudanza llegarán el viernes para llevar mis cosas de vuelta. Tengo que hacer las maletas y envolver aquí las cosas, así que te veré la próxima semana. Adiós, cariño.
Como es habitual, cuelga antes de que yo pueda regresarle el adiós. Espero con impaciencia hasta que mi mamá llega a casa a las seis. Antes de que pueda quitarse el uniforme de camarera. La acorralo en el pasillo.
—¿Por qué dejas que papá venga a vivir aquí?
—Lo llamaste —dice ella, señalando lo obvio. Poco a poco se quita el delantal y las cosas de su brazo.
—Porque se está divorciando y quiere volver a intentarlo.
—¿Así que vas a dejarlo? Nos dejó, mamá. Nos dejó y no miró hacia atrás.
—Él está mirando hacia atrás ahora.
Quiero darle a mi papá una segunda oportunidad, pero luego me doy cuenta que él tuvo muchas oportunidades de volver y que no lo hizo. Tengo la sensación de que sólo se quedará aquí hasta que venga algo mejor.
—¿Qué pasa con Lou?
Empieza a subir las escaleras.
—Lou es genial, pero él no es tu papá. Siempre dijiste que querías que fuéramos una familia otra vez, Mariana. Tu papá es el hombre con el que me casé.
—Él es el hombre que se divorció de ti. Y te sustituyó.
Se da la vuelta y me señala con un dedo.
—No me faltes al respeto. Tu padre ha cometido un error. Él quiere hacer las cosas bien.
Tengo lágrimas en los ojos.
—Lou ha hecho más de padre que mi propio padre. Él te hace feliz. Él nos hace felices. No lo entiendo, mamá. Simplemente no tiene sentido.
Se detiene cuando llega a la parte superior de la escalera.
—Rompí con Lou esta noche. Le dije que tu padre regresaba. Terminamos.
Esto no puede estar pasando. Justo cuando las cosas iban a estar bien, todo va mal. Presiono las manos en mis ojos, tratando de dejar fuera al mundo. Pero no se trata de mí. Se trata de mi mamá.
Voy cojeando tan rápido como puedo hasta el final de las escaleras y la envuelvo en un gran abrazo. Me pongo a llorar.
—Sólo quiero que seas feliz, mamá.
Ella me abraza y me aprieta fuerte. Está llorando también.
—Yo también quiero ser feliz.
Estamos aquí, llorando y abrazándonos lo que parece ser para siempre. Somos dos mujeres que se las han arreglado por sí mismas mucho tiempo. Cuando suena el timbre, nos asustamos.
Mi mamá se seca los ojos con la falda de su uniforme y se dirige hacia abajo para abrir la puerta.
—¡Lou! —dice, sorprendida.
Lou sostiene un enorme ramo de rosas rojas en una mano y una caja de anillo en la otra. Se arrodilla en el porche, y noto que sus ojos están enrojecidos e hinchados como si hubiera estado llorando.
—Cásate conmigo, Linda —abre la caja del anillo y toma la mano de mi mamá con suavidad con la suya—. Por favor, dime que no llego demasiado tarde.


PERDON AYER NO TUVE INTERNET 

4 comentarios:

  1. Que diga que siiii!!!!
    MAS NOVEE
    @sarapinyana

    ResponderEliminar
  2. que diga que si qued diga que i el papa de lali no merece nada!°

    ResponderEliminar
  3. Tiene razón Lali,Lou hizo en poco tiempo ,mucho más x ellas k su verdadero padre.

    ResponderEliminar