—No... hiciste lo debido. ¿Tiene Sophie una radio o una grabadora propia? —Mariana
negó con la cabeza—. Sería una buena idea conseguirle una. Si lográsemos que
responda a la música, sería de gran ayuda... —se detuvo, porque Sophie se
despertó y levantó la cabeza. Mariana le sonrió, preocupada por la mirada de
terror que vio en los ojos de la niña. Cuando la cogió en brazos, sintió la
tensión de su cuerpo, pero no podía comprender la causa.
—¿Qué sucede, cariño? ¿Has tenido una pesadilla?
—¿Sucede algo malo? —preguntó John Howard, preocupado.
—Parece estar aterrada por algo. Tal vez ha tenido un mal sueño.
—¿Es eso lo que te sucede? —él trató de tocarla y Mariana casi perdió el
equilibrio debido a la fuerza con que Sophie se apartó de él, aferrándose a
ella y ocultando la cara en su hombro. John retiró la mano—. Parece que no le
caigo bien. Pobre Sophie, supongo que no soporta a los médicos —no volvió a
tratar de tocar a la niña y Mariana notó una expresión de culpa e infelicidad
en sus ojos. Era obvio que se preocupaba mucho por sus pacientes y comprendía
que Sophie no apreciara a los médicos.
—¿Por qué no subes y escoges un libro para que te lo lea? —colocó a Sophie
en el suelo—. El doctor Howard va a...
Los dos vieron cómo huía. Mariana se disculpó:
—Siento que haya reaccionado así, pero...
—¿Lo sientes? —su expresión era de agonía, le oprimió el brazo. Tenía la
cara contorsionada por el dolor—. Mariana, hay algo... —guardó silencio al oír
el ruido de un coche.
—Es Peter —murmuró Mariana—, aunque dijo que no volvería hasta después de
la cena —notó que John aún estaba tenso y cuando Peter detuvo el coche, por
instinto le tocó la cara, en un ademán de simpatía, y le sonrió—. Debe dé ser
muy difícil para ti —le dijo comprensiva—, pero... —iba a decirle que con
seguridad estaba acostumbrado a que sus pacientes pequeños reaccionaran así,
pero las palabras que pronunció él, la detuvieron.
—Difícil... Dios mío...
Mariana no se dio cuenta de lo cerca que estaban el uno del otro y de lo
que su proximidad podría parecerle al que los viera, hasta que escuchó la
exclamación de Peter. Entonces dio un paso hacia atrás como si la hubiera
sorprendido.
Mariana apenas si se dio cuenta de que John Howard se despedía y le decía
algo de que estaría en contacto con ella, ya que todos sus sentidos estaban
concentrados en Peter.
—Dijiste que no volverías hasta después de la cena.
Hizo que las palabras sonaran como una acusación.
—Sucede que ésta es mi casa y no quiero que traigas aquí a tus amantes.
¿Qué sucede, Mariana? —le preguntó, cuando lo miró asombrada por su acusación—.
¿He llegado en un momento inoportuno? Tu cuerpo aún anhela un hombre. Bueno,
no seré John Howard, pero creo que puedo satisfacerte tanto como él...
—No... —el pánico se apoderó de ella.
Mariana sabía que Peter era fuerte, pero nunca se imaginó cuánto, hasta
que la levantó en brazos y se encaminó hacia el pabellón del jardín, a pesar
de sus intentos desesperados de escapar. Mariana le clavó las uñas en la mano,
pero lo único que consiguió fue un leve quejido y que aparecieran unas marcas
rojas en su mano. Peter le dijo con voz ronca:
—Haré que pagues por esto —Mariana se preguntó si estaría trastornado. No
olía a alcohol, pero no parecía normal.
Cuando llegaron al pabellón, Peter cerró la puerta con llave y se la guardó
en un bolsillo. Tampoco era normal la manera como la miraba. Estaba lleno de
ira y le recordó a un animal salvaje encerrado en una jaula, mucho más
peligroso en su cautiverio. ¿Qué era lo que mantenía a Peter en cautiverio? ¿El
recuerdo de Natalie? ¿Por eso la había llevado allí como si fuera un loco?
¿Compartía el odio de su prima hacia ella? ¿Quería demostrarle su dolor?
La relación de él con su prima había sido compleja... pero permanecieron
casados y él había tolerado sus infidelidades.
—¿Es eso lo que te gusta, Mariana? —su voz la hipnotizaba. Mariana la
comparó con el ronroneo de una pantera antes de atacar la garganta de su
víctima—. ¿El sexo mezclado con la violencia? ¿Es eso lo que te excita?
Sus palabras la estremecieron. Este no era el Peter que ella recordaba, el
amante con el que soñaba todas las noches, aunque por las mañanas se negara a
sí misma esos sueños.
—Lo que no me gusta es que me fuercen contra mi voluntad, Peter —trató de
pronunciar las palabras mostrando dominio de sí misma, usando la pose de modelo
para ocultar su temor—. Si abres la puerta lo olvidaré todo... Si no...
—Si no, ¿qué harás? ¿Decir que te he violado? Oh, no. No será una
violación, Mariana... ese cuerpo tuyo me va a desear tanto como deseaba a John
Howard. Es curioso que tú y Natalie siempre queráis al mismo hombre...
Sus palabras crueles le impidieron hablar. Mariana lo odió por escoger ese
momento para recordarle su vulnerabilidad hacia él. Estaba segura de que podía
hacer lo que deseaba, ya que sabía cómo le había respondido en el pasado. Lo
que no comprendía era la razón por la que él pensaba que quería hacer el amor
con John Howard. De alguna manera tenía que demostrarle que podía resistirlo y
para eso necesitaría de toda su fuerza de voluntad.
Cuando él se acercó, Mariana no se movió, a pesar de que cada nervio de su
cuerpo le gritaba que se alejara. Su mejor protección era el rechazo frío.
Huir sólo serviría para que él estuviera seguro de que podía dominarla.
Peter deshizo el lazo del cinturón de la bata y deslizó las manos por su
cuerpo. Mariana se obligó a no reaccionar. Pensó que posaba para un anuncio y
que las manos de Peter eran las de otro modelo... pero ningún hombre la había
tocado así y su cuerpo no quiso aceptar su decisión. Se estremeció cuando los
dedos de Peter tocaron sus hombros. Él le dijo:
—¿Por qué tiemblas, Mariana? No es posible que sientas frío.
Dentro del pabellón hacía mucho calor y su irónico comentario la hizo
perder el control.
preparense el prox capitulo se calienta todoo besossss
me encanto el capitulo sos una genia me encanta lo que ases espero mas
ResponderEliminarA bueno!!! Y aqui vamos... Todo se va aclarando
ResponderEliminarme encanta esa novela mas noveee!!
ResponderEliminarquiero mas nove...!!!!!!!!!!! me encanto el capitulo
ResponderEliminarMe pareceee q entenddii algoo, la nena es hijaaa del doctor, y este era el amante de Nataliee, por eso Peter le dice eso...ahora porq se descontrola asi?? POR CELOS?'
ResponderEliminarSUBIIII MAAAS!1
Beso,Anto
CEEEEEEEEELOSO 100 x 100.
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