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jueves, 31 de mayo de 2012

novela: salir del pariso capitulo 38



tenía todo lo que quería y lo estropee. Peter me amaba, todo lo que tenía que hacer era mostrarle mis cicatrices para probarle lo mucho que confiaba en él y amarlo de vuelta.
Pero no pude. Algo me estaba jalando hacia atrás a mi coraza protectora.
Le dije a mi mamá que estaba muy enferma para ir a la escuela hoy, así que estoy acostada en la cama. El vestido que la señora Reynolds me compro está colgado en mi armario, un cruel recuerdo de la noche más romántica de mi vida. Gane a Peter y lo perdí igual de rápido.
Cuando me llevo a casa y aparcamos, me dio una pequeña sonrisa y dijo que siempre habíamos sido amigos y seguiríamos siendo amigos.
Eso es lo más importante. ¿Verdad?
¿Entonces porque he estado llorando toda la mañana? Llame a la casa de la Señora Reynolds para ver cómo estaba después de anoche.
El señor Reynolds responde el teléfono. —¿Hola? —dice con voz agitada.
—Hola, es Mariana… Mariana. ¿Está la señora Reynolds ahí?
El señor Reynolds no dice nada por un largo tiempo y en mi garganta se forma un gran bulto.
—Mi mamá murió esta mañana, Mariana.
—No —susurro mientras mi vida se viene abajo—. No puede ser verdad. Estábamos juntas. Anoche ella estaba bailando y riendo y…
—Ella estaba agradecida de tenerte en su vida —el dice—. Ella te quería como una nieta. Más que eso, ella te quería como a una amiga.
—¿Dónde está? ¿Estaba sola cuando murió?
El Señor Reynolds solloza. —Se la llevaron en una ambulancia. Ella murió cuando dormía, sin dolor. Su corazón ha estado mal por años, Mariana. Sólo era cuestión de tiempo.
Lágrimas resbalan por mis mejillas mientras recuerdo todo el tiempo que pasamos juntas estos últimos meses. Ella me enseño tanto sobre la vida.
—Los narcisos… ella nunca vera florecer los narcisos —le digo, ahogando mis emociones.
—Mamá adoraba los narcisos. ¿No es así?
No sé que mas decirle. La señora Reynolds pudo haber sido grande en años, pero todavía había tanto que había planeado. Invitarnos a mamá y a mí a cenar, ver los narcisos florecer en la primavera. Comiendo los pasteles de Irina.
—La voy a extrañar.                                                                                                             
—Se que lo harás. Ella nunca quiso un funeral. Decía que eran sólo una excusa para que la gente deprimida haga charlas sin sentido.
Sonrió con nostalgia. —Eso suena a ella. Ella me acusó de eso ayer, lo que me recuerda… un vestido. Ella compro un vestido.
—¿El azul colgado en la silla del cuarto?
—Sí. Si ella va a ser enterrada… —no puedo siquiera sacar las palabras.
—Me asegurare de eso. Escucha, si quieres venir y tomar algo de la casa antes de que la vendamos, puedes hacerlo.
—No puede vender la casa… los narcisos, el mirador… todo lo que le importó en los últimos dos meses todo para nada.
En la tarde, mi mamá me conduce a la casa de la Señora Reynolds por última vez. Ella está sosteniendo mi mano mientras Lou nos saluda. —Toma lo que quieras, Mariana.
En el cuarto de lavado, toda limpia y doblada, esta la muumuu.
La recojo y la aprieto contra mi pecho. Era la manera de protegerme de la Señora Reynolds, cubriendo mi ropa para que no me ensuciara. —¿Puedo tener esto? —pregunto.
El Señor Reynolds luce sorprendido de que lo quisiera, pero dice: —Hablaba en serio cuando dije cualquier cosa.
Hay dos cosas más que quiero. Me dirijo hacia la cocina y abro gabinetes hasta que lo encuentro. Mi mamá esta encogiéndose de hombros al Señor Reynolds, quien esta tan desconcertado como ella. —Tiene que estar por aquí en algún lado. Aja.
Abro uno de los cajones de la parte superior, y en un pedazo de viejo, manchado y rasgado papel de lino, esta la receta de sus galletas favoritas Snickerdoodle.
—¿Algo más?
—Una cosa más.
Mamá y el Señor Reynolds me siguen hasta el ático. Me dirijo al baúl y lo abro.
Sosteniendo un marco de foto, digo: —Esto es lo último.
El señor Reynolds dice: —Es tuyo.
Miro la foto de dos personas locamente enamoradas en su día de bodas.
Que los dos descansen en paz.

5 comentarios:

  1. HAAAAAAAAAAAAAAY NO MI VIDA PUPY NO ME PODES DEJAR ASI QUIERO MAS QUIERO SABER MAS QUIERO OTRO CAPITULO DIOS ME ESTOY DESESÉRANDO MAS NOVELA TE LO RUEGO MI PUPY

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  2. ahí no pobrecita la sra reynolds era tan dulce quiero mas no nos podes dejas asicon esta intriga

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  3. K borde!,me hiciste llorar d lo lindo,y además con el nudo en la garganta.Jamás imagine k tomaría esas tres cosas:el ya famoso muumuu,la receta d las galletas, y la fotografia d la sra Reynolds y su esposo, en el día d su boda.Mas caps x fx.

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  4. Espero k les dejara una carta o algo ,para Peter y Mariana.

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