PASARON varios días antes de que el médico le dijera que podía abandonar el
hospital. Aunque sus heridas no eran muy graves, el médico temía que sufriera
alguna hemorragia interna.
Mariana tenía borrosos los sucesos de la noche de su accidente. Sólo
recordaba con claridad que había oído hablar a Sophie, pero no se atrevía a
mencionárselo a nadie. A pesar de que el personal del hospital era amable,
temía que creyeran que imaginaba cosas y la mantuvieran más tiempo allí, para
continuar haciéndole exámenes. El doctor Stafford dijo que estaba demasiado
delgada. Mariana sabía que había estado perdiendo peso desde que llegó a
Inglaterra.
La señora Lancaster la fue a visitar y por ella supo que Sophie sólo había
sufrido un resfriado.
—Usted sabe cómo son los niños: aún no hemos podido averiguar por qué fue
allí —dijo la señora Lancaster.
Mariana tampoco estaba segura, pero sí sabía que algo de lo que había
ocurrido el día del accidente, la había hecho huir y que ese algo estaba
relacionado con John.
Peter fue a recogerla al hospital, y aunque ella deseaba negarse a ir con
él, no sabía cómo hacerlo sin provocar una escena. Peter iba vestido con
pantalones vaqueros y una camisa de algodón. Con esa ropa era como más le
gustaba a Mariana quien, al verlo, sintió que le latía el corazón cada vez más
de prisa. En seguida, volvió la cabeza para no soportar el dolor de verlo.
—Mariana... —no la había visitado durante su estancia en el hospital,
pero, ¿por qué debería haberlo hecho? Ella no significaba nada para él.
Inconscientemente, Mariana se mordió un labio al recordar lo que había
ocurrido en el pabellón del jardín. Él le había dicho que la deseaba, pero
ahora no veía el más mínimo deseo en sus ojos, mientras examinaba su cara
pálida—. ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien... —un impulso cobarde la hizo añadir con voz ronca—: Debo
pensar en irme pronto... Sarah tenía razón, parece que no he ayudado a Sophie
—Mariana le dio la espalda, pues no quería que él viera la derrota en sus ojos.
Mariana había llegado a Little Martin llena de esperanzas e ideales, pero
ahora todo había desparecido. Había descubierto que su indiferencia hacia Peter,
de la que se había sentido muy orgullosa, sólo era una fantasía que su mente
había creado para proteger su vulnerable corazón... Ahora ya estaba destruida.
En lugar de ayudar a Sophie, lo único que había logrado era causarle otro
trauma. ¿Acaso había presionado a la niña, pidiéndole demasiado? Como Peter no
habló, ella continuó hablando:
—Me siento responsable de su desaparición... Debió de haber sido por algo
que dije o hice...
—No necesariamente —sus palabras hicieron que Mariana volviera la cabeza y
lo mirara sorprendida. Peter también había perdido peso. Su cara estaba más
delgada y más pálida. Debía haber sufrido una dolorosa agonía al preguntarse lo
que sucedería con Sophie.
—¿Por qué invitaste a John Howard a ir a casa?
Mariana cerró los ojos. Sólo llevaban juntos cinco minutos y él volvía a
acusarla.
—No porque deseara que me hiciera el amor —le aseguró con amargura—. No
importa lo que pienses de mi falta de moral... —se sonrojó y estremeció.
—Eso es algo de lo que tenemos que hablar. Sé que estaba equivocado, Mariana,
pero no me parece que este sea el mejor momento para discutir ese asunto.
Por supuesto, era natural que Peter estuviera más preocupado por Sophie que
por juzgarla mal. El aceptar esto, hizo que Mariana perdiera la esperanza de
que, al saber Peter que no había tenido más amante que él, cambiarían sus
sentimientos hacia ella. Mariana se preguntó qué era lo que esperaba, ¿una
declaración de amor eterno?
—¿Y bien? —preguntó Peter.
—Si en realidad quieres saberlo, ¿por qué no se lo preguntas a John? Estoy
segura de que le creerás más a él que a mí.
—En esta ocasión, estoy preparado para aceptar lo que tengas que decir.
La ligera inflexión burlona de su voz hizo que Mariana lo observara con
más detenimiento, ya que no estaba segura de si su sarcasmo iba dirigido a él
mismo o a ella. No pudo leer nada en sus ojos, pero se dio cuenta de que su
cuerpo estaba tenso.
—Fue por Sophie. Estábamos haciendo ejercicio juntas... sólo era un juego,
y entonces la oí tararear una canción. No supe qué hacer... Tenía miedo de
provocar una respuesta peligrosa para ella... por eso telefoneé a John.
—¿Tararear? —el brillo de esperanza que Mariana vio en sus ojos, le hizo
sentir compasión por él. Podía acusarle de cualquier cosa, menos de no amar a
su hija.
—John me dijo que tal vez sólo fue una reacción automática. Tarareaba una
canción que estuvo de moda antes de que Natalie muriera. Quizá Sophie la escuchó
muchísimas veces —añadió al recordar la predilección de su prima por la música
popular. Natalie nunca soportó el silencio, le gustaba tener ruido a su alrededor,
actividad... Tenía un espíritu inquieto.
—¿Por qué no me lo dijiste? —le dijo Peter oprimiéndole un brazo. Mariana
se apartó al instante, al recordar la última vez que la tocó—. Está bien, Mariana
—retiró la mano—. No voy a forzarte...
Mariana se ruborizó, pues creyó que era un comentario cruel para recordarle
la poca fuerza que había empleado... ninguna, si era sincera, ya que lo había
deseado quizá con más fuerza que él. Con la diferencia de que su deseo era un
impulso de amor.
—Quise decírtelo, pero estabas trabajando y como me
habías dicho que no volverías hasta tarde... —frunció el ceño al recordar
su inesperada aparición—. ¿Por qué me dijiste eso, Peter? ¿De verdad querías
sorprenderme? ¿O querías comprobar que no era la persona adecuada para vivir
cerca de Sophie? Debía de haber adivinado que encontrarías alguna forma sutil
de librarte de mí... ese fue siempre tu estilo.
—¿Mi estilo? —se rió—. Dios mío, eso suena muy gracioso, viniendo de ti.
Tal vez volví porque no podía soportar estar lejos de ti.
Lo dijo con tanta ironía que, durante un momento, Mariana sólo deseó
golpearlo, pero controló su impulso.
—Pelearnos no ayudará a Sophie, Peter.
Mas noveeeeeeeeeee.
ResponderEliminarme encantò el capitulo
ResponderEliminarespero maaaaaaaas
dios gracias gracias por subir otro mas porque yo se que vos tenes vida social pero sin embargo estas aca subiendo pero solo lamento decirtee que subas otro jajajajaja te quiero mi pupy linda un beso
ResponderEliminardulce
quiero otro cap mas :D @perla1luna
ResponderEliminarhay no entiendo ndaaaaaaaa !!! quiero mas capiiiissss
ResponderEliminarotro masssssssssssssssssssssss
ResponderEliminaruno mas jajajajaja
ResponderEliminarMuy ironico siempre, pero poco a poco va aflojando.
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